Aston Martin DB11 Volante: primera prueba

Conservando sus 4,75 metros de largo de su versión coupé, el Aston Martin DB11 Volante presenta un diseño excepcionalmente atractivo, cargado de una combinación de curvas y aristas que le otorgan un aspecto inconfundible.
Aston Martin DB11 Volante: así es por fuera
Desde la clásica parrilla frontal propia de los Aston, hasta la esculpida trasera y pasando por el enorme capó, el DB11 Volante es estéticamente una obra de arte sobre ruedas. La capota es de lona, de accionamiento eléctrico, y consta de 8 capas aislantes que repercuten en un habitáculo perfectamente aislado térmica y acústicamente. Tarda 14 segundos en abrirse y 16 en cerrarse, operaciones que pueden efectuarse en marcha circulando hasta a 50 km/h. Este nuevo DB11 Volante reemplaza al DB9 Volante, y Aston Martin le ha dotado de una serie de refuerzos estructurales dentro de la batalla del vehículo para que la rigidez del mismo se vea afectada lo mínimo posible respecto al Coupé. Estos refuerzos, que incluyen un marco del parabrisas más resistente, suponen un extra de peso de 110 kg respecto al DB11 Coupé, alcanzando los 1.870 kg de peso con un reparto de 47:53 entre los dos ejes.
Aston Martin DB11 Volante: así es por dentro
Dentro, se aprecia claramente la influencia de Mercedes-Benz. Las palancas de la columna de dirección, los mandos ubicados en el túnel central, o el sistema multimedia, proceden de algunos de los modelos de la marca de la estrella. Por calidad, el Aston DB11 no está a la altura de, por ejemplo, un Porsche 911 o un Audi R8, pero se aprecia un notable cuidado por los detalles y muchas horas de trabajo en el departamento de diseño. Hay bastante espacio interior en las dos plazas delanteras, mientras que las traseras son para uso residual. El maletero, por su parte, cubica entre 169 y 206 litros en función de si la capota está plegada o no.
Aston Martin DB11 Volante: así es su gama mecánica
Una parte importante del nuevo modelo es la adaptación del motor 4.0 V8 biturbo de origen AMG. Desarrolla 510 CV y 685 Nm con los que puede acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 4,1 segundos, además de alcanzar 300 km/h de velocidad punta. La caja de cambio está firmada por ZF, y es una automática de convertidor de par y 8 relaciones que tiene un funcionamiento suave y preciso en modo automático, y muy rápido cuando cambias de forma manual a través de las generosas levas acopladas a la columna de dirección. La fuerza mecánica se traslada al eje trasero en exclusiva, el cual cuenta con un diferencial autoblocante para gestionar el reparto de par entre las dos ruedas. Por el momento, Aston Martin asegura que el propulsor V12, que sí se ofrece en el DB11 Coupé, no estará disponible en el DB11 Volante, si bien esta noticia no debe ser considerada decepcionante, pues el motor 4.0 V8 biturbo exhibe unas prestaciones muy cercanas a las del V12 y, al ser más compacto y ligero (209 kg de peso), pone menos obstáculos a las capacidades dinámicas del vehículo.
Aston Martin DB11 Volante: así va
Lo primero que llama la atención en el DB11 Volante es que el motor exhibe unas prestaciones más que sobradas, además de un sonido, convenientemente afinado por Aston Martin, que se puede regular a través de los modos de conducción y que resulta asombrosamente atractivo. Otra cosa que aprecias a los pocos minutos al volante es que el coche se siente más ligero y compacto de lo que realmente es, con una dirección muy rápida y bastante comunicativa, y con una suspensión Bilstein que resulta propicia para circular a buen ritmo por carreteras de curvas. La suspensión es adaptativa, y ofrece tres niveles de dureza, siendo el más duro el más propicio para extraer todas las cualidades del buen chasis, mientras que el programa GT es perfecto para viajar con absoluto confort.
La respuesta del motor también ha sido afinada por Aston Martin, proporcionando un empuje más constante y menos violento que en un Mercedes AMG C 63 S, que incorpora el mismo motor que el Aston en idéntica configuración de 510 CV. La sucesión de petardeos que emana de los escapes al reducir marchas o al soltar del acelerador es música para tus oídos, mientras que circulando descapotado las turbulencias que se generan en el interior no son en absoluto molestas, o al menos no más molestas que en sus rivales.
Por otro lado, el Aston DB11 es un coche que ha de conducirse con extrema delicadeza sobre firme deslizante o en mal estado, pues es un automóvil deportivo mucho más exigente con su conductor de lo que lo es, por ejemplo, un Audi R8. La motricidad del eje trasero en fases de aceleración es buena gracias al autoblocante, pero a la salida de las curvas has de tener el coche casi completamente recto antes de acelerar con contundencia, ya que de lo contrario el eje trasero es muy propicio a deslizar a pesar de la buena adherencia que proporcionan los neumáticos Bridgestone Potenza S007 exclusivos para este modelo. Al menos, gracias a la sensitiva dirección, corregir esos sobrevirajes se convierte en una maniobra intuitiva y relativamente sencilla. Con todo, el DB11 Volante es un deportivo descapotable muy gratificante de conducir y que te hace mejorar como conductor según vas ganando confianza con él.
Respecto a los modos de conducción, hay tres: GT, Sport y Sport+, y la respuesta del motor es muy elástica en cualquiera de los tres, si bien resulta un poco más violenta en Sport+. Los frenos, por su parte, son el apartado menos brillante del coche, aunque los discos de 400 mm y pinzas monobloque de seis pistones detienen el coche con eficacia. En general, lo mejor que puede decirse del DB11 Volante es que es mucho mejor deportivo que su predecesor, el DB9 Volante, en todos los aspectos. Resulta más emocionante de conducir, más rápido, más frugal, más rígido y, en general, cubre con mejores cualidades ese hueco que Aston Martin pretende copar, que es el que se encuentra entre los deportivos más radicales, como el Ferrari 488 GTB Spider, y los descapotables más lujosos y refinados, como el Bentely Continental GTC. Su precio, a falta de confirmar, será de unos 230.000 euros, es decir, algo más de 20.000 euros superior al del DB11 Coupé.
- Lo mejor: Es muy bonito, de buena calidad, y muy gratificante de conducir.
- Lo peor: Su precio es elevado respecto a gran parte de la competencia.