BMW no cederá ante las amenazas de Trump

La llegada a la presidencia de Estados Unidos de Donald Trump ha supuesto un revés para muchos fabricantes de automóviles. Esto se ha debido a que el nuevo máximo mandatario estadounidense aboga por la fabricación local, y no por la importación de coches desde países latinoamericanos, en donde diversas marcas tienen plantas de producción. Una de ellas es la alemana BMW, la cual, como te contamos hace varias semanas, recibió amenazas de Donald Trump referentes a un arancel de importación del 35% si seguían elaborando sus vehículos en México y vendiéndolos en Estados Unidos.
De hecho, la fábrica de BMW todavía no está construida -se espera que sea terminada en el año 2019-, lo que supone un órdago de la firma germana al presidente norteamericano teniendo en cuenta que Oliver Zipse, director de producción de BMW, ha declarado que “intentaremos tratar con él en la medida de lo posible y ofrecer soluciones; sin embargo, continuaremos con nuestros planes de construir una fábrica en San Luis de Potosí, ya que México tiene acuerdos de libre comercio con 45 países”.
Sea como fuere, incluso si estos impuestos del 35% adicionales no hacen rentable el envío de vehículos producidos en México a Estados Unidos -la planta mexicana se encargará de fabricar el Serie 3-, desde BMW aseguran que todavía quedan 44 países a los que sus coches podrán ser exportados. Además, BMW dispone de otra factoría en Spartanburg -Carolina del Sur, Estados Unidos-, que es la más grande de toda la marca germana y en la que se construyeron unos 411.000 automóviles en 2016.