BMW sustituirá los espejos retrovisores por cámaras

Ha llegado el momento, después de verlo en varios prototipos, de que los espejos retrovisores comiencen a desaparecer paulatinamente. Al menos así lo espera BMW, que acaba de presentar en su súper deportivo eléctrico, el i8, el sistema Mirrorless. Se trata de una tecnología que sustituye los espejos retrovisores por cámaras, de tal forma que el vehículo gana especialmente en aerodinámica -son más pequeñas que éstos-, dado que supone una resistencia menor al viento€ disminuyendo el ruido.

Además, también hace más estrecho al conjunto, por lo que favorece igualmente la maniobrabilidad. Las imágenes captadas por las cámaras, entre las que se incluye del mismo modo una ubicada en la parte superior de la luneta trasera, son proyectadas en una pantalla de 300 mm de ancho y 75 de alto. Finalmente, lo que el ´retrovisor interior´ muestra es una sola imagen -parecida a una vista panorámica- en alta resolución en la que se puede ver absolutamente todo lo que ven las cámaras.

Por tanto, la seguridad también se incrementa, pues BMW asegura que elimina completamente los ángulos muertos y los deslumbramientos procedentes de las luces de los demás. Esta tecnología cambiará al 100% la percepción que tenemos de los espejos retrovisores: ahora los laterales y la trasera de nuestro coche se consultarán mirando hacia arriba y al centro.

Asimismo, el sistema detecta cuando ponemos el intermitente para girar y, en caso de que fuese peligroso -ya sea porque un coche se dispone a adelantarnos muy rápido o porque tenemos uno que no hemos visto y que nos impide hacerlo sin chocar-, aparece en la pantalla una especie de ´warning´ de color amarillo€ que se va haciendo más grande según aumente la peligrosidad.