Prueba del BMW 230e xDrive Active Tourer 2023: ¡qué barbaridad!

Rogelio Camargo
Rogelio Camargo
¿Te imaginas un apacible monovolumen compacto con 326 CV? Pues existe, se llama BMW 230i xDrive Active Tourer y sí, es tan rápido como puedes imaginar.

El monovolumen compacto se popularizó gracias al primer Renault Scénic, un coche totalmente enfocado a ofrecer el máximo espacio y confort a sus ocupantes, sin más aspiraciones. A su estela llegaron multitud de modelos, con planteamientos similares o diferentes. Incluso hubo uno que se atrevió a añadir la etiqueta ‘deportivo’: ¿te acuerdas del Opel Zafira OPC?

De aquello no queda prácticamente nada. El segmento de los monovolúmenes compactos hubiese desaparecido por completo de no ser por BMW, Mercedes y Volkswagen, que aún mantienen el Serie 2 Active Tourer, Clase B y Touran, respectivamente. Existen otras propuestas que pueden ofrecer una modularidad semejante, aunque dentro del segmento SUV, como es el caso del Skoda Karoq.

Ahora bien, en este pequeño nicho de mercado, hay una versión en concreto que sobresale muy por encima del resto. Se denomina BMW 230e xDrive Active Tourer, un híbrido enchufable con una potencia de ¡326 CV! Es decir, hablamos de un monovolumen que supera en potencia máxima a un Audi S3… ¿qué clase de locura es esta?

BMW 230e xDrive Active Tourer exterior (11)

No es el único dato que impresiona: según su ficha técnica, es capaz de pasar de 0 a 100 km/h en 5,5 segundos. No es tan rápido como el mencionado S3 (4,8 segundos), aunque no deja de ser una cifra totalmente fuera de lo común en un coche de este tipo.

BMW 230e xDrive Active Tourer: ¿realmente es tan rápido?

La respuesta no puede ser más que un sí muy contundente. Es más, el adjetivo rápido se queda corto, porque la capacidad de aceleración que ofrece el 230e es inimaginable para un coche sin aspiraciones deportivas. Además, la postura de conducción elevada enfatiza aún más esta sensación.

Lo mismo sucede a la hora de recuperar velocidad, por ejemplo, para realizar un adelantamiento. En este sentido, existe una función denominada Sport Boost que se activa tirando de la leva izquierda y que permite contar con un extra de potencia durante 10 segundos. En la práctica, la diferencia no es grande, partiendo de la base de que el empuje es enorme en ambos casos.

BMW 230e xDrive Active Tourer interior (4)

En este sentido, gran parte de la importancia recae en el motor eléctrico, que desarrolla 177 CV y es el encargado de propulsar el eje trasero y dotar de tracción total al Serie 2. En cuanto a la parte térmica, recae en un motor de gasolina 1.5 de tres cilindros que para la ocasión desarrolla 150 CV. Existe una versión de inferior potencia, el 225e xDrive Tourer, que desarrolla un total de 225 CV (136 CV el térmico y 109 CV el eléctrico).

BMW 230e xDrive Active Tourer: rápido, pero no deportivo

El 230e es un coche muy rápido, con una transmisión automática de doble embrague que proporciona cambios de marcha muy rápidos, pero ¿es deportivo? Rotundamente, no. Primero, porque no tiene unos ajustes de chasis que permitan calificarlo como tal, como puede ser una suspensión rígida o una dirección muy rápida. Es más, si te empeñas en sacar el máximo partido a su sistema híbrido en una carretera de curvas, tanto la suspensión como los frenos se ven claramente superados.

En este último aspecto tiene bastante que ver un peso que, en orden de marcha, supera los 1.900 kilogramos, que a grandes rasgos es lo mismo que un X3 con motor de gasolina de cuatro cilindros. La unidad de pruebas estaba equipada con el Paquete M Sport (4.042,80 euros) que incluye, entre otros elementos, una suspensión de dureza variable; no obstante, la diferencia entre el modo Sport y el resto no es grande.

Ya que mencionamos el paquete deportivo, hay un elemento que no me ha gustado en exceso: el volante M que va incluido tiene un grosor excesivo, al menos a mi parecer, que tengo un tamaño de manos medio para un hombre adulto. Por otra parte, los asientos de corte deportivo son muy buenos en lo que a sujeción se refiere, aunque las alas de la banqueta perjudican el acceso al puesto de conducción a los menos ágiles.

BMW 230e xDrive Active Tourer salpicadero

Cerramos esta parte con el consumo, que suele ser un tema poco preciso en los híbridos enchufables: sencillamente, depende de si cargas o no la batería. En el caso de contar sólo con la energía de reserva (con el indicados de autonomía eléctrica a 0 km), obtuvimos un consumo de 6,5 L/100 km, que está bastante bien para las prestaciones que ofrece el 230e. Por cierto, incluso en esta situación de carga de batería muy baja, el modo Sport Boost está disponible.

En lo que respecta a la autonomía eléctrica, la homologada es de 93 kilómetros, si bien el ordenador de a bordo nunca marcó más de 75 km. Con una batería de 14,2 kWh de capacidad neta y una potencia máxima de carga de 7,4 kWh, el tiempo más corto para rellenar por completo la batería desde cero es de unas 2,5 horas.

BMW 230e xDrive Active Tourer: ¿es la versión más recomendable?

Como en los anteriores apartados, la respuesta es sencilla y escueta: no. El 230e es un capricho para quien busque unas prestaciones fuera de lo común en este segmento, pero si realmente quieres o necesitas un híbrido enchufable, con el 225e xDrive de 245 CV vas más que sobrado. Bien es cierto que la diferencia económica no es importante: el 230e cuesta desde 52.250 euros, por 49.496 euros del 225e.

Conviene valorar muy detenidamente la necesidad de la parte eléctrica y de la etiqueta Cero, porque existe un 220i de 170 CV con etiqueta Eco (es microhíbrido) que tiene un consumo contenido (en torno a 7 L/100 km) y unas prestaciones más que correctas. Eso sí, deberás renunciar a la tracción total.

BMW 230e xDrive Active Tourer exterior (8)

 

BMW Serie 2 Active Tourer

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