El carnet de conducir pierde interés para los jóvenes: el elevado coste hace que se decanten por otras formas de movilidad

Javier Jiménez
Javier Jiménez
Hasta hace unos años la mayoría de edad suponía para los jóvenes, entre otras cosas, la posibilidad de acceder al carnet de conducir. Eso sigue siendo así, pero las nuevas generaciones han experimentado un cambio de mentalidad y cada vez son menos los que se plantean obtener el permiso. A continuación, analizamos los motivos que han dado pie a esta situación.

En los últimos años, el número de jóvenes que se han presentado a los exámenes de acceso al carnet de conducir ha experimentado un descenso notable. Para poder conocer el origen de esta cuestión, lo primero que debemos hacer es poner foco en el contexto actual. La crisis económica que venimos atravesando hace que los jóvenes sufran muchas dificultades para acceder al mercado laboral y, por ende, puedan invertir sus ahorros en comprar un coche u obtener el carnet de conducir.

Dos de los motivos principales que están detrás de este cambio de mentalidad son el auge de las plataformas de movilidad compartida y el alto precio que supone obtener el carnet de conducir. Todo ello sin contar la inversión que supone adquirir un vehículo nuevo o de ocasión y el consecuente coste del seguro, mantenimiento y posibles averías. Una lista que solo habla de dinero y parece poner más frenos que ventajas sobre la mesa de los futuros conductores. 

carnet de conducir

Por lo tanto, parece que, tratando de adaptarse a las necesidades de los nuevos tiempos, muchos jóvenes han cambiado sus prioridades en los últimos años. A pesar de que conducir un coche sigue siendo sinónimo de libertad, obtener el permiso cada vez resulta menos accesible. En función de lo bien o mal que se den los exámenes, el coste medio que suele suponer sacarse el carnet de conducir oscila entre los 1.200 y los 1.400 euros

Si analizamos los datos cosechados por Tráfico, entre 1946 y 1964 el 81% de los conductores tomaron el paso de obtener el carnet de conducir. Entre 1965 y 1985, esta cifra se redujo al 78% y la curva continuaría bajando entre 1986 y 1995 cuatro puntos más. Si seguimos avanzando en el tiempo, desde 1995 hasta la fecha, sólo el 58% de los jóvenes han conseguido sacarse el permiso. Teniendo en cuenta estos números es fácil atisbar el cambio de paradigma que está sufriendo la movilidad.

patiente eléctrico

También debemos tener en cuenta el auge que están experimentando las nuevas plataformas de movilidad compartida. Este sector, al igual que los vehículos de movilidad personal (VMP), apuesta por una solución barata y eficiente para desplazarse de manera rápida por el núcleo de las grandes ciudades. Hablamos de monturas ecológicas como los patinetes eléctricos y las bicicletas, cada vez más presentes en nuestras calles. 

Veremos cómo evoluciona esta cuestión de cara a los próximos años. Lo que está claro es que, más allá de una necesidad, el hecho de obtener el carnet de conducir se ha convertido en un lujo que muchos jóvenes no pueden asumir.