Lleva un motor diésel y tiene etiqueta C de la DGT

Prueba a fondo: Citroën C4 X BlueHDI 130 Shine

Miguel Tineo
Miguel Tineo
El Citroën C4 X es un modelo de 4,60 metros de largo que, en la práctica, es la versión alargada del Citroën C4 normal. Así va la versión diésel.

Quizá te estés preguntando cómo es posible que, a estas alturas de la película, todavía se sigan vendiendo motores diésel. Pues, si es así, despierta, porque a día de hoy, los motores diésel siguen siendo imbatibles para quienes realicen muchos kilómetros al año, sobre todo por carretera. Así que, viendo además cómo es el planteamiento general de este nuevo Citroën C4 X, sólo podemos decirte una cosa: el diésel puede ser sin duda el motor ideal para un coche así.

Citroen C4 X 11

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El Citroën C4 X está disponible con dos motores 1.2 Turbo de tres cilindros de gasolina con 100 y 130 CV, un diésel de 130 CV y una versión 100% eléctrica de 136 CV. Este último tiene etiqueta Cero de la DGT; los otros tres llevan la etiqueta C. Hay tres acabados, según motores: Feel, Feel Pack y Shine.

Este Citroën C4 X BlueHDI 130 está disponible con dos acabados: Feel Pack y Shine. El primero sale por 28.035 euros; el segundo, por 30.075 euros. Es un precio bastante razonable por tamaño, tipo de motor, potencia y equipamiento de serie.

Citroen C4 X 15

Cómo es el Citroën C4 X

El Citroën C4 X es, como decíamos, un Citroën C4 alargado (mide 24 cm más), pero apuesta por unas formas más cercanas a las de un coupé por su parte trasera que a las de una clásica berlina convencional de cuatro puertas.

De hecho, por aspecto, podemos asemejarlo al Peugeot 408, si bien, por posicionamiento, el rival natural de este Peugeot debería ser el Citroën C5 X, que es otros 21 cm más largo todavía que el C4 X.

Citroen C4 X 13

Sea como fuere, el Citroën C4 X tiene un diseño peculiar y, sin duda alguna, claramente reconocible. El frontal es muy similar al de un C4, mientras que la parte trasera tiene una gran personalidad gracias a la forma de sus pilotos traseros. Las molduras laterales situadas en la parte inferior de la carrocería y en los pasos de rueda le hacen recordar ligeramente a un SUV, si bien el Citroën C4 X no es un coche especialmente pensado para campo, y eso que, como ocurre con el C4 normal, sí hay un par de centímetros de altura más que en un compacto normal como un Seat Léon.

Es difícil encontrar un rival directo del Citroën C4 X. Quizá lo más parecido por tamaño, aspecto y precio sean un Mazda 3 Sedán, un Toyota Corolla Sedán o un Skoda Octavia, además de otras alternativas como el citado Peugeot 408.

Cómo es por dentro el Citroën C4 X

El puesto de conducción es prácticamente idéntico al del Citroën C4 normal. Eso significa varias cosas. Primero, que los asientos son especialmente cómodos. No sujetan una barbaridad, pero son blanditos y muy cómodos. Al principio puedes pensar que, incluso, igual son demasiado blandos pero, tras completar varios trayectos largos con el coche, no he echado un poco más de dureza como en otros coches. La postura en general es buena. Hay reglajes eléctricos para el respaldo del conductor, pero el mando de ajuste longitudinal es manual, como todos los reglajes del copiloto. El volante se ajusta en altura y profundidad y ofrece suficiente recorrido en ambos casos. Será difícil que no logres encontrarte a gusto enseguida.

Citroen C4 X salpicadero

Segundo, el cuadro de instrumentos es digital, configurable y muy sencillo. Es una pantalla más pequeña de lo habitual. Tiene un par de ledes que iluminan por los laterales y que le dan cierto toque tecnológico, pero en general es un cuadro pensado para transmitir la información justa y necesaria. Se ve muy bien la velocidad, el nivel de combustible y si hay algún problema. También es fácil consultar el ordenador de a bordo. Pero otras cosas como el cuentarevoluciones, por poner un ejemplo, quedan en segundo plano. En general, está más pensado para no molestar sobreinformando que para ofrecer información al conductor. Habrá quien lo prefiera así; a mí, personalmente, me hubiera gustado disponer de más información y de manera más clara.

Tercero, que hay una pantalla central, sí, pero también hay mandos físicos independientes para el climatizador (¡GRACIAS!) y navegar por la pantalla no es demasiado complejo. Te acabas acostumbrando. Eso sí, hay cosas engorrosas. Por ejemplo, cada vez que arrancas, y como tengas la misma costumbre que yo de desconectar el Stop&Start y el control de cambio de carril, tendrás que arrancar, esperar unos segundos, bucear un poquito en favoritos y desconectarlo. Además, la función del cambio de carril te pedirá que lo confirmes. También es complicado dar con cosas sencillas, como desconectar el sistema que cierra automáticamente el coche en cuanto te separas de él un par de metros.

Cuarto, hay muchos huecos para dejar cosas, y algunos como el de la parte inferior de la consola central, están engomados. También hay una guantera bastante grande y, en este acabado, una especie de bandeja oculta justo encima que te permitirá guardar ahí una tablet.

Quinto, la calidad no es mala. Es cierto que en las zonas inferiores se empelan plásticos más duros, pero es lo habitual ya incluso en coches de segmentos superiores. La parte superior está realizada en un plástico bando agradable al tacto. Lo que no hemos apreciado son desajustes destacables ni tampoco grillos o ruidos de desajuste durante la conducción. El Citroën C4 X es otro de los sigue esa absurda de utilizar el plástico negro piano brillante, que sólo sirve para ver siempre el polvo y las huellas dactilares de todos aquellos que lo toquen.

Sexto, las plazas traseras son muy amplias si nos fijamos en el espacio libre para las piernas. La anchura es como la del Citroën C4 normal. Sin ser mala, tres adultos no viajarán con comodidad, aunque eso cada vez es también más habitual. La altura, debido también en parte a la forma de la carrocería, es suficiente como para que personas de estatura normal puedan acomodarse sin tocar el techo.

Cómo es el maletero del Citroën C4 X

El maletero del Citroën C4 X es grande, pues ofrece 510 litros de capacidad y sus formas son muy regulares. Eso sí, no hay que olvidar que se trata de un coche de cuatro puertas, así que la boca de carga no es tan amplia como nos gustaría y, en ocasiones, el portón tiende a no abrirse por completo, de manera que no es difícil darse con la cabeza cuando vamos a meter o sacar algo en él (y lo digo por experiencia; dos chichones llevo…). De serie lleva kit reparapinchazos.

Citroen C4 X maletero

Cómo va el motor del Citroën C4 X BlueHDI 130

Este Citroën C4 X BlueHDI 130 lleva un motor 1.5 turbodiésel de cuatro cilindros que desarrolla 130 CV a 3.750 revoluciones y un par máximo de 300 Nm a 1.750 vueltas. Es un motor con una respuesta agradable, progresiva y relativamente contundente a medio y bajo régimen, y eso hace que este C4 X se mueva con bastante agilidad a ritmo normales, incluso un tanto vivos.

Citroen C4 X 6

También es un motor relativamente refinado, porque no es demasiado ruidoso (sí, es un diésel, así que no esperes la ausencia de ruido de un eléctrico…) ni tampoco vibra demasiado. Por consumo, en carretera a ritmos legales es fácil moverse por debajo de 5,5 L/100 km. Conduciendo sin muchos miramientos por el gasto y por ciudad, no superarás por muchos los 6 L/100 km, algo que está muy bien. Si vas a hacer más de 20.000 km/año y sobre todo por carretera, no lo dudes: éste es tu motor.

Este Citroën C4 X BlueHDI 130 va asociado exclusivamente a un cambio automático EAT8, es decir, una caja de cambios de convertidor de par y ocho relaciones. Su funcionamiento es muy bueno, tanto en manual como en automático, una vez que estamos en marcha. Ahora bien, maniobrar en espacios reducidos es difícil, pues tarda en iniciar la marcha y, cuando lo hace, ocurre con cierta brusquedad. Aparcar entre dos coches si el sitio es pequeño es complicado. Tienes todas las papeletas para acabar aparcando a oído…

Tiene otras dos cosas que podrían mejorar, y las dos están relacionadas con el mando de selección de las marchas. Una es que, cuando por ejemplo estás en D y quieres poner la R, no puedes pasar de otra con la rapidez con la que lo haces con una palanca clásica de un cambio automático de toda la vida, pues el mando se toma su tiempo y, la mayoría de las veces, cuando quieres acelerar, está en punto muerto. Otra, aunque esto es un simple apunte cada vez más generalizado en todas las marcas, es que, si te gusta manejar el cambio en modo manual, sólo podrás hacerlo a través de las levas que hay tras el volante, pero nunca a través de la palanca (porque no hay, lógicamente).

Citroen C4 X 16

Cómo es el comportamiento del Citroën C4 X BlueHDI 130

En cuanto al comportamiento del Citroën C4 X BlueHDI 130, estamos ante un coche especialmente cómodo, gracias a la suavidad de su suspensión. Es de esos coches que, al pasar por zonas bacheadas, absorbe con dulzura las imperfecciones tanto al comprimirse la suspensión como al descomprimirse. Y eso, sin duda alguna, trata muy bien a los ocupantes desde el punto de vista de la citada comodidad. Es ideal para ciudad o vías rápidas.

Ahora bien, esto también hace que esos movimientos de la carrocería sean un poco lentos, de manera que, si tratamos de ir un poco deprisa en carreteras secundarias reviradas, echaremos en falta un poco más de dureza para que las reacciones sean más instantáneas. Eso nos permitiría ganar tanto agilidad como control.

En cualquier caso, lo que es indudable es que las reacciones son siempre muy nobles, y es muy fácil guiar al coche por donde queremos, que es lo que de verdad necesitamos para viajar a ritmos normales de forma placentera y sin mayores complicaciones. Y, en esas lides, el Citroën C4 X se encuentra francamente en su salsa.

 

Citroën C4 X

Citroën C4 X