¿A quién no le gusta una buena aventura en coche? Y más si es en un clásico y camino a recorrer toda la geografía española durante más de una semana. Como resultado, las inscripciones se agotan. No es para menos. El Spain Classic Raid ya se ha consolidado en España como prueba de regularidad sobre tierra que aúna diversión, turismo y compañerismo entre participantes, los cuales han ido creciendo año tras año.
Míticos modelos como un Seat 127, un Renault 4L, un Citroën 2CV o un Mitsubishi Montero son coches que se han podido ver en otras ediciones superando cada etapa. En esta octava son 150 equipos los que iniciarán este recorrido, el 26 de marzo, para recorrer 2.300 kilómetros divididos en un total de 8 etapas que incluyen rincones recónditos, lugares con encanto que no aparecen en ninguna guía y hasta paisajes que solo son visibles desde caminos escondidos como los que recorre este Spain Classic Raid. Sin olvidarnos de sumar paradas para disfrutar de la mejor gastronomía de cada zona.
Pero como esto es una prueba de barro, arena, agua y polvo, el recorrido, que es secreto para que no se pueda entrara el itinerario, también incluye emoción a raudales. Se atravesarán desiertos, las llanuras de La Mancha y se harán pruebas especiales en circuitos de autocross. ¿Quién dijo miedo? Aunque seguro que esta palabra no sale en ningún momento en la mente de los participantes, resaltar que la organización cuenta con medios suficientes para ayudar a los rezagados o si necesitas pasar por sitios delicados.
Los 150 vehículos competidores solo tuvieron que cumplir un requisito para participar: contar con un vehículo con un mínimo de 25 años desde su fabricación con cualquier tipo de tracción (delantera, trasera, 4×4…) y la documentación en regla para que pueda circular en carretera abierta al tráfico. De hecho, la edad se comprueba mediante la fecha de primera matriculación, importación o certificado de fabricación. También se exige un mínimo en equipamiento de seguridad como extintores, martillo de seguridad, chalecos o faldillas en los pasos de rueda traseros.
Al tratarse de una prueba de regularidad, hay que superar todos y cada uno de los puntos de control obligatorios. Por este motivo, y como cada coche participante tiene unas características muy diferentes, piloto y copiloto tendrán que ser uno para pasar por cada punto en el momento que corresponda y a la velocidad máxima marcada por el Raid: 50 km/h.
Destacar que, si por desgracia no cuentas con un coche propio de estas características, la organización tiene a disposición varios modelos para alquilar con los que poder participar. Entre ellos destacan un Ford Fiesta de 1983, un Fiat Panda 4×4 de 1989 y dos Seat Marbella. Por si para la próxima edición te lo quieres plantear.