Coches de gas: todo lo que debes saber

¿Cómo funciona un coche de gas de GLP?

Los coches de Gas Licuado de Petróleo o GLP son los únicos coches de gas que se ofrecen actualmente en el mercado. En el plano técnico, estos coches cuentan, básicamente, con dos bocas de llenado de combustible (una para gasolina y otra para GLP), dos depósitos (el de GLP ofrece de 15 a 20 kg/30 a 40 L de capacidad y se instala normalmente en el hueco de la rueda de repuesto; con lo que estos coches pasan a incorporar un kit reparapinchazos), dos circuitos de combustible independientes y dos rampas de inyección (que introducen uno u otro combustible). Además, en el interior cuentan con un conmutador que permite seleccionar el combustible utilizado en cada momento.

¿Cómo se conduce un coche de gas o de GLP?

Prácticamente, de la misma manera que un coche de gasolina. Lo único que debes saber es que, pese a haberse convertido a GLP, cualquiera de estos coches siempre arrancará usando el sistema de inyección de gasolina… para optimizar el arranque.

A partir de los primeros momentos en marcha, ya podrás seleccionar el combustible que quieras usar mediante el conmutador (el cambio apenas se nota a los mandos del coche). ¿Y si te quedas sin GLP? No te preocupes, porque el coche pasará automáticamente a usar gasolina.

¿Por qué tienen los coches de gas derecho a la etiqueta ECO?

Porque, legalmente, los coches de gas son ‘híbridos’. La Orden PCI/810/2018, del 27 de julio y que incorpora la categorización mediante distintivos medioambientales en el Reglamento General de Vehículos, define los vehículos híbridos como aquellos “equipado con un sistema de propulsión que contiene al menos dos categorías diferentes de convertidores de energía de propulsión y al menos dos categorías diferentes de sistemas de almacenamiento de energía de propulsión”.

Por eso, como los coches de gas incluyen dos rampas de inyección (una para la gasolina y otra para el gas) así como dos depósitos específicos para cada tipo de carburante; son considerados ‘híbridos’.

¿Dónde puedes repostar GLP?

En España ya existen más de 800 estaciones de servicio que sirven GLP. La red es especialmente tupida en las regiones de Madrid, Cataluña o Andalucía, pero puedes encontrar la ubicación de estas estaciones en webs como www.ircongas.com o www.dacia.es/dacia-glp/gasolineras.html

Ojo, aunque el GLP se vende en litros, algunos fabricantes señalan el consumo de estos coches de gas… en kilos. La conversión es fácil: un kg de GLP equivale, aproximadamente, a dos litros de este gas.

Coches de GLP: lo mejor

• Ahorrarás bastante dinero si, con uno de estos coches de gas, circulas lo máximo posible con GLP. ¿El motivo? Aunque el consumo con este combustible es aprox. un 15% superior que al de con gasolina, el precio del litro de GLP (en torno a 0,9 euros/L) es en torno a un 40% menor que el coste de un litro de gasolina (1,6 euros/L).
• Por eso, el sobreprecio de las versiones GLP (de 1.000 a 2.000 euros, según segmento y modelo) respecto a un gasolina equivalente, se amortiza hoy día a poco que recorras de 40.000 a 60.000 kilómetros, en función del consumo del vehículo.
• Mayor autonomía: debido a que cuenta con un depósito añadido de GLP, un coche preparado para circular con este gas dispondrá siempre de más autonomía que la versión de gasolina equivalente.
• El depósito de gas de los coches de GLP ‘de fábrica’ se instala en el hueco de la rueda de repuesto, por lo que no perderás capacidad de carga en el maletero.
• Estos coches de GLP, al contar con la etiqueta ECO, tienen acceso a las ventajas que esta supone en cuanto a acceso a zonas restringidas, fiscalidad (según el Ayuntamiento), estacionamiento en las zonas SER…

Coches de GLP: lo peor

• El uso del GLP respecto a la gasolina emite menos CO2 a la atmósfera, aunque esta diferencia es escasa, de apenas un 10%. 
• Aunque existen más de 800 surtidores de GLP en España, aún son pocos si los comparamos con las más de 10.000 estaciones de servicio que existen en nuestro país.