Es la previsión de autonomía media en la que creen el 80,4% de los 420 directivos y expertos del sector del motor y movilidad para el informe I Observatorio de Movilidad Sostenible de España, un estudio llevado a cabo por la consultora Grant Thornton y la Fundación Ibercaja a cuya presentación, que ha tenido a cabo en Madrid, han acudido entre otros José Antonio León Capitán, director de Relaciones Institucionales y Comunicación del Grupo PSA o Cargos Bergera, responsable de Relaciones Externas Smart Mobility de Iberdrola; y que ha contado asimismo con la presencia de Mario Armero, vicepresidente ejecutivo de Anfac.
Este estudio, presentado en Madrid, deja claros otros aspectos. Así, 4 de cada 5 expertos consultados apuesta por un futuro a 10 años vista con una mezcla de motorizaciones eléctricas, híbridas e híbridas enchufables. Sin embargo, un 66% cree que los propulsores de gasolina todavía tendrán entonces un hueco en el mercado y un 45%, que incluso la tendrán los propulsores diésel.
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«Esto se debe, señalan desde la consultora Grant Thorton, «a que los nuevos motores diésel cumplen con las nuevas normativas que están imponiendo las ciudades y pueden ayudar a la necesaria renovación del parque español, que ya roza los 13 años de antigüedad media». Eso sí, la mayoría de expertos coinciden en que, pese a la antiguedad del parque, los vehículos diésel podrán seguir circulando en nuestro país en los próximos años: así lo afirma el 68,8% de los mismos.
Otro aspecto clave por el que se les ha preguntado a los directivos es por el futuro de las fábricas en España. Y las expectativas son buenas, ya que apenas un 18,8% considera que la industria nacional de la automoción reducirá notablemente su producción… debido a la necesidad de fabricar nuevas motorizaciones. Por contra, hasta un 82% espera que las marcas realizarán una potente inversión para adaptar las plantas a esas nuevas motorizaciones.
Parte de esas inversiones se destinarán a aumentar la conectividad de los vehículos, algo que los directivos consideran importante. En concreto, estiman que la próxima conexión 5G traerá consigo numerosos beneficios, entre los que destacan un aumento de la seguridad activa -lo destaca un 25% de los encuestados-, la mejora de los sensores de detección y del tiempo de respuesta del vehículo -un 13%-, un aumento en la autonomía del vehículo -un 12%- y la mejora de la seguridad vial -un 12%-.
El desenlace al progresivo aumento de la tecnología en los vehículos es el coche autónomo, del que más de la mitad de los directivos preguntados lo consideran «una realidad» en nuestro país en menos de 10 años.