¿Por qué los coches eléctricos defraudan a Rowan Atkinson, más conocido como Mr. Bean?

Las dudas que generan la elección entre los coches eléctricos o de gasolina/diésel son muy habituales en aquellos conductores que se quieren comprar un nuevo vehículo. En esta ocasión, Rowan Atkinson, el famoso actor, comediante y escritor, ha sido el que ha planteado recientemente un debate sobre la elección del tipo de coche en un artículo para el prestigioso diario The Guardian.
Conocido por su papel como Mr. Bean, Atkinson es un gran conocedor de la automoción y un entusiasta de la innovación tecnológica. Este hecho le llevó a comprar su primer coche híbrido con 18 años y, hace nueve años, compró un vehículo eléctrico.
Sin embargo, recientemente Atkinson ha expresado que se siente “un poco engañado” y que no está muy conforme con la prohibición de la venta de automóviles de gasolina y diésel a partir de 2030. Su inquietud se debe principalmente a los problemas ambientales relacionados con la fabricación de las baterías de los coches eléctricos.

El argumento central de Atkinson se basa en la fabricación de las baterías de iones de litio, utilizadas en los coches eléctricos actuales. Según cifras presentadas por Volvo, previas a la conferencia climática COP26 en Glasgow en 2021, la producción de un automóvil eléctrico genera aproximadamente un 70 % más de emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con un automóvil de gasolina.
Atkinson llega a la conclusión de que «el problema radica en las baterías de iones de litio instaladas actualmente en casi todos los coches eléctricos: son absurdamente pesadas, requieren muchos metales de tierras raras y enormes cantidades de energía para fabricarlas, y se estima que su vida útil no supera los 10 años». Además, señala que la durabilidad limitada de estas baterías lleva a la obsolescencia prematura de los vehículos eléctricos y a la generación de residuos adicionales.
Soluciones para evitar la contaminación de los coches eléctricos
Una de las soluciones propuestas por el actor, más allá de las baterías sólidas que las ve lejanas en el tiempo, es el uso del hidrógeno como combustible. Según él, este nuevo combustible, con un tiempo de carga similar a la de los coches de gasolina, podría convertirse en una de las mejores alternativas para los vehículos de gran tonelaje.

No obstante, el artículo subraya que no basta con enfocarse únicamente en el aspecto tecnológico de los vehículos eléctricos. Se plantea la necesidad de abordar la cultura de «moda rápida» en la industria automotriz, donde los automóviles nuevos se cambian cada tres años. Y aunque considera importante reducir la dependencia del vehículo, comprando uno viejo y usándolo lo menos posible, la solución real pasa por los combustibles sintéticos.
Para respaldar esta afirmación, Atkinson explica que “es un producto basado en dos nociones simples: una, el problema ambiental con un motor de gasolina es la gasolina, no el motor y, dos, no hay nada en un barril de aceite que no pueda ser replicado por otros medios”. Y sitúa a Porsche como uno de los fabricantes que se encuentra sumido en la búsqueda de nuevos combustibles no contaminantes (Porsche ya produce este tipo de combustibles en Chile).
Para concluir, Rowan Atkinson resalta la importancia de considerar la conservación de aquellos vehículos que aún pueden brindar un servicio adecuado y como la alternativa de la movilidad eléctrica se posicionará como una solución en el futuro, pero no en el presente.