Esta décimo quinta edición comenzó, como viene siendo habitual, con una explicación teórica, impartida por el responsable del curso, Pablo García, donde se repasaron todos los puntos a tener en cuenta a la hora de llevar a cabo una prueba. Los alumnos tomaron buena nota de detalles como la forma adecuada de medir el espacio interior del vehículo, los accesorios tecnológicos que se pueden utilizar para ello, o cómo valorar las prestaciones del modelo en prueba.
Ya en el exterior de las oficinas de LUIKE, los lectores pudieron tener un primer contacto con los vehículos que se utilizarían posteriormente, representativos cada uno de un segmento distinto –un Seat León TGI impulsado por gas natural comprimido, un Volvo V90, un Mazda CX-5 y un Porsche 911 Targa S-. Durante aproximadamente una hora, siempre bajo la supervisión de los instructores del curso, los alumnos pudieron llevar a cabo las primeras pruebas estáticas en cada uno de los vehículos: mediciones interiores y exteriores, valoración de acabados, aspectos mecánicos a tener en cuenta, etc.
A continuación, llegó el momento de iniciar las pruebas dinámicas, que se extenderían durante aproximadamente ocho horas. En turnos de conducción de media hora en cada vehículo, los participantes emprendieron una ruta de aproximadamente 400 km en los alrededores de la sierra de Madrid, donde pudieron comprobar en primera persona el rendimiento de los modelos elegidos en carreteras de todo tipo: autovías, carreteras de montaña o entornos urbanos. La presencia de asfaltos en mal estado en carreteras secundarias sirvió para valorar la efectividad de las suspensiones, mientras que en tramos seguros se llevaron a cabo distintas pruebas de aceleración y frenada.
Ya de vuelta a las oficinas de LUIKE, cada alumno recibió un diploma acreditativo de la superación del curso mientras intercambiaban impresiones de cada uno de los coches o sobre la ruta.
Permanece atento a Autofacil.es, donde se llevarán a cabo las futuras convocatorias de este curso.
