Tengo varias preguntas sobre los gases emitidos por los coches diésel: 1.- Hay vehículos diésel que emiten mucho humo, sobre todo al acelerar y, en especial, si son más antiguos. Y creo que esto se debe a que la mezcla de aire-combustible es más rica de lo que debiera. ¿Es así?
2.- De serlo, ¿podría mitigarse el humo aumentando el volumen de aire que entra al motor? Por ej., orientando las entradas de aire de la carrocería en el sentido de la marcha: así, a mayor velocidad, entraría más aire. 3.- En este último caso, ¿la electrónica adaptaría el flujo de combustible a esa mayor cantidad de aire?
Respuesta de Álvaro sauras, jefe técnico: Contestamos a tus preguntas por orden: 1.- Todos los diésel son susceptibles de generar carbonilla durante la combustión, que se manifiesta como humo. Un exceso de humo se debe, esencialmente, a que hay demasiado combustible, y este no se quema completamente. Así, el exceso de humo es uno de los efectos secundarios de las reprogramaciones agresivas, en las que se obtiene par extra inyectando combustible extra… aun a costa de no quemarlo completamente.
2.- Si la cuestión es mitigar el humo, lo que hay que hacer es inyectar menos combustible. La cantidad de aire está determinada y limitada por el turbo y su funcionamiento. Poner una toma de aire en el sentido de la marcha -se llaman de impacto o dinámica- no creemos que tenga ningún efecto sobre la cantidad de aire que entre al motor, porque el eventual incremento de presión en la admisión va a ser compensado por la centralita.
3.- Nos tememos que no. Independientemente de la presión del aire antes del turbo, la electrónica ajustaría la geometría del mismo para mantener la presión de soplado… y, con ella, la cantidad de aire que entra a los cilindros. Para conseguir lo que tú quieres -menos humo-, habría que reprogramar la centralita del motor para solicitar una presión de soplado del turbo más alta -aprovechando así la mejora en la admisión- y ajustar el combustible en la cantidad adecuada.