Ofrecen muchas ventajas... pero también unos cuantos quebraderos de cabeza

Cómo es el día a día al volante de un coche eléctrico

Álvaro Sauras
Álvaro Sauras
Conducir un coche eléctrico supone 'cambiar el chip' radicalmente como conductor y acostumbrarse a unas nuevas realidades: autonomía más reducida, cables de recarga, silencio al rodar...


EL ‘ARO’ DE LA AUTONOMÍA

Un híbrido enchufable tiene batería para 30 kilómetros. Y un eléctrico puro, para algo más de 100 km. Es un aro y, de momento, hay que pasar por él. No es una limitación técnica, sino de margen de beneficios. La prueba es que Tesla vende el Model S, un eléctrico puro de 306 CV y una batería de 60 kWh –85 kWh y 500 km por 6.000 € más– de capacidad que le proporciona una autonomía homologada de 390 kilómetros… por 70.000 euros.

¿ES SUFICIENTE?

Los 30 km de un híbrido enchufable -en el que cada km ‘eléctrico’ es recibido como una especie de ‘extra bonus’- te parecen pocos, pero no es un drama. Los poco más de 100 km de un eléctrico puro, en cambio, sí que son una preocupación permanente. La autonomía es tan escasa que los fabricantes tienen que ajustar el nivel de reserva por debajo de los 10 km -lo normal son 80 km- para que no parezca que casi todo el depósito es reserva.

Cable recarga de vehículo¡QUÉ CABLE!

En las fotos no lo parece, pero el cable de recarga es voluminoso, rígido y pesado. Desenchufarlo y guardarlo -si por ejemplo, compartes punto de recarga- te lleva unos preciosos segundos cada vez que coges el coche. Y si el vehículo está a la intemperie y llueve, es una brocha perfectamente empapada en barro.
 

¡SILENCIO! ¡SE RUEDA!

Una vez en marcha, es fantástico. La respuesta del acelerador es siempre suave, pero instantánea. El silencio es casi sepulcral. Todos los modelos parecen disponer de tanta potencia como declara el fabricante. Al rato, el humo de los otros coches te parece algo intolerable… y el hecho de que los coches sean eléctricos, lo más natural.

¡LOS KILÓMETROS SALEN CASI GRATIS!

Sin tener en cuenta la amortización del vehículo, claro. Con la intención de facilitar la recarga se ha creado una tarifa eléctrica ‘súper valle’. Si se contrata, entre la una de la madrugada y las siete de la mañana, el kWh sale cuatro veces más barato, y el coste en energía se queda en alrededor de 1€/100 km. Aunque es normal: en España tenemos tanta potencia eólica instalada que, de madrugada, en ocasiones incluso se regala la electricidad.

¡A QUE LO CARGO!

Existen puntos de recarga públicos. Una gran parte se encuentran en párking públicos y de centros comerciales-. Pero es complicado confirmar a) quién puede usarlo, b) si es gratuito, c) si está operativo, d) qué clase de conector emplean y e) si están ocupados. Los dueños de coches enchufables suelen visitar los que hay cerca de sus trayectos habituales, y la cooperación entre usuarios a través de foros también es fundamental. Existe una tarjeta del plan estatal Movele para usar sus puntos de recarga, aunque muchos son enchufes convencionales -la carga es lenta y el uso de las plazas está limitado a 3,5 horas-. Las apps para Android y iPhone de Electromaps.com son muy útiles: ofrecen información exacta sobre la ubicación de los puntos, y es posible saber si están averiados gracias a los comentarios de otros usuarios. Si tienes un enchufable con conector CHAdeMO y eres cliente de IBIL -empresa conjunta Gobierno Vasco y Repsol-, puedes realizar recargas rápidas en unos 30 puntos en España.

Mercedes-Benz SLS AMG electric