España tendrá que multiplicar por 60 los puntos de recarga de eléctricos

Los planes de la Comisión Europea han sido presentados como el «Paquete Energía para el Transporte«, e incluyen el establecimiento de un número mínimo de puntos de recarga en todos los estados miembros. En el caso de España, la CE estima que deberíamos pasar de los 1.356 puntos de que disponemos en la actualidad a tener más de 82.000 en 2020. Para entonces, el Gobierno espera que circulen por las carreteras españolas 2,5 millones de eléctricos. La Comisión prepara además la estandarización de los enchufes, pasando a ser todos del «tipo 2«, que ya está aprobado como conductor universal para toda la UE. Son medidas con las que la Comisión espera que la industria de la automoción pueda abaratar los modelos eléctricos, ya que la existencia de mejores infraestructuras debería aumentar la demanda de estos vehículos.
Para el hidrógeno también se pretenden estandarizar algunos componentes e implantar una red de estaciones de servicio -a la que pertenecerían las que ya existen en 14 de los 27 estados miembros-. En cuanto a la tecnología del gas natural, el Paquete Energía para el Transporte recoge la necesidad de instalar puntos de abastecimiento de gas natural licuado -de uso más habitual en camiones-, en todos los puertos marítimos y fluviales de la red de transporte prioritaria europea, de forma que exista un punto de repostaje cada 400 km. En cuanto al gas natural comprimido, usado en turismos, la intención es que en 2020 exista un puesto de abastecimiento cada 150 km.
Ahora el Parlamento Europeo y los Veintisiete tendrán que refrendar la propuesta de la Comisión Europea. Para financiar todas estas infraestructuras, la Comisión Europea apuesta por la cofinanciación entre el sector privado de cada región y los fondos procedentes de la UE. Sólo la instalación de todos los puntos de recarga que la CE se ha propuesto para Europa, supondrá un gasto de unos 8.000 millones de euros. El comisario europeo de transporte, Siim Kallas, recordó que China y Estados Unidos pondrían seis millones de vehículos eléctricos en las carreteras, por lo que Europa no se puede quedar atrás y debe establecer una «posición fuerte».