Según PSA, las etiquetas de la DGT necesitan una evolución

El sistema de etiquetas de la DGT parece mejorable y, de acuerdo con el Grupo PSA, deberían ser revisadas y actualizadas a los tiempos que corren.
Desde que vieron la luz, las etiquetas de la DGT que clasifican a los vehículos en función de sus emisiones contaminantes, han estado en entredicho. Y es que, no tienen en cuenta, de una forma rigurosa, el nivel de emisiones de CO2, puesto que existen modelos con enormes motores V8 con la etiqueta ECO, por el simple hecho de tener tecnología mild-hybrid, la cual se utiliza fundamentalmente para la reducción de consumos y no tanto de emisiones.
Así las cosas, desde PSA se han pronunciado en favor de una revisión de estas famosas etiquetas, ya que algunos de sus modelos, que emiten mucho menos y son menos dañinos para el medio ambiente que los mencionados V8, no cuentan con etiqueta ECO. Además, desde el grupo también se ha criticado que uno de los factores clave a la hora de categorizar un vehículo, con una determinada etiqueta, sea el año de fabricación y no por las emisiones reales.
Desde la dirección española del grupo PSA (Opel, Peugeot, Citröen y DS) consideran que estas famosas etiquetas fueron una buena medida en sus inicios, para impulsar la movilidad sostenible, pero que llegados a este punto deben evolucionar para reflejar mejor las opciones más respetuosas con el medio ambiente.
José Antonio León Capitán, director de Comunicación y Relaciones Institucionales del grupo en la península ibérica, ha sido el que ha hecho pública esta idea: «Los distintivos tendrían que distribuirse en función de las emisiones y no de la tecnología que utilicen los vehículos». Este justamente es el pensamiento que muchos comparten sobre estas famosas etiquetas. «No podemos meter en el mismo saco a los modelos de la normativa Euro 4 y la Euro 6. Los motores Euro 6 están discriminados».
El directivo del grupo apuesta actualmente por incentivar la adquisición de coches eléctricos y enchufables, como bien estamos viendo últimamente en modelos como el e-Corsa o el e-208, pero que ello no signifique abandonar al resto de alternativas más longevas, como sería el diésel o la gasolina, los cuales han disminuido considerablemente sus niveles de emisiones contaminantes.
Una buena renovación del etiquetado sería establecer un nuevo orden según las emisiones reales estipuladas por la WLTP, la cual es mucho más próxima al nivel contaminante de los modelos, y no estipularlo dependiendo del año y combustible. Lo que parece estar claro es que el sistema actual cojea y necesita una actualización cuanto antes.