Bajo la denominación AdBlue se esconde una marca registrada por la Asociación Alemana de la Industrial del Automóvil. El producto en sí es una disolución de urea al 32,5% en agua desmineralizada. El AdBlue se inyecta en el escape y, mediante una reacción química producida por el calor del escape, se transforma en amoniaco, el cual llega a un catalizador de reducción selectiva (SCR), convirtiendo el óxido de nitrógeno (NOx) en nitrógeno (N2) y oxígeno (O2).
En los coches diésel modernos, el AdBlue va almacenado en un depósito adicional de entre 12 y 17 litros, y dura entre 6.000 y 8.000 km en condiciones de uso normal. En este vídeo te contamos todo lo que debes saber sobre el AdBlue, así como su repostaje y su funcionamiento.