Noble M500: un clásico contemporáneo

Rogelio Camargo
Rogelio Camargo
El fabricante británico de deportivos, está de regreso con un nuevo superdeportivo con motor central, el Noble M500. Conocemos el coche y al hombre que hay detrás de él.

A principios de la década de los 2000, parecía que estábamos en la cúspide de una nueva era de deportivos británicos. TVR tenía el Tuscan y el Sagaris, mientras que Morgan se estaba reinventando con el Aero 8. Y ahí al lado, agazapado, estaba Noble.

La marca fundada por Lee Noble tenía en su oferta el M12, que estaba recibiendo muy buenas críticas en las pruebas comparativas, y el prototipo M14 ya se encontraba en la rampa de salida (finalmente llegaría al mercado como M15). Antes, en 2004, llegó el M400, una versión del M12 enfocada a los circuitos que impresionaba por su excelente rendimiento.

Lamentablemente, la burbuja de los coches deportivos británicos estalló por diversas razones y, como en el resto de marcas, la actividad de Noble se redujo considerablemente. De hecho, su siguiente modelo, el M600, no llegaría hasta 2010. Fue una década un tanto convulsa en el seno del fabricante británico, con la venta de la empresa en 2006 y la salida de la misma de Lee Noble a principios de 2008.

En esta publicación guardamos un grato recuerdo del M600, un superdeportivo propulsado por un motor Volvo V8 biturbo profundamente modificado. No en vano, fue uno de los protagonistas del Coche del Año de 2009, donde terminó en un brillante tercer lugar impresionando a todos los presentes con su monstruoso rendimiento y con su conducción plenamente analógica.

Y aquí estamos, en 2022, con la marca preparando un nuevo coche, el Noble M500, que aún se encuentra en fase de prototipo y sin fecha de lanzamiento definida. Aun así, Peter Boutwood, actual jefe de Noble, nos da un par de pinceladas a tener muy en cuenta. Por una parte, que su precio en el Reino Unido será equivalente al del Audi R8 más asequible. Y por otra, que el M500 no es un reemplazo del M600, sino que toma del testigo dejado por el M12. Además, las expectativas de ventas son mucho más altas: si todo va como esperan, 50 personas retirarán una unidad de la empresa en Leicestershire cada año.

Noble M500

Boutwood dirige Noble desde que Peter Dyson compró la compañía (Dyson falleció en 2016 y la firma ahora tiene un nuevo inversor). Es el diseñador jefe y, también, piloto de pruebas. “Yo conduzco y dibujo”, comenta. Cabe reseñar que en su currículum figura que fue piloto de Fórmula 3 y el hombre que diseñó esos icónicos colores de B&H Jordan en los años 90, entre muchas otras cosas.

El Noble M500 se ha hecho esperar

El nuevo Noble M500 ha tardado más de cuatro años en materializarse. Cuando Boutwood pronuncia “el nuestro es un coche analógico”, lo dice en serio, aunque el objetivo es que el M500 sea más práctico, asequible y sencillo de fabricar que el M600, aunque prácticamente igual de potente. Eso sí, su velocidad máxima será más moderada (el M600 rondaba los 350 km/h).

El M500 utiliza un chasis de estructura espacial de acero estrechamente relacionado con el del M600, pero en lugar de la carrocería de fibra de carbono, hay paneles de material plástico reforzado con fibra de vidrio (el carbono es una opción) para mantener los costes bajo control. En cuanto al estilo, hay rasgos del Bugatti Chiron, de McLaren y de otros superdeportivos modernos, aunque tiene una apariencia propia.

El interior también se ha modernizado, con tres pantallas TFT: dos de gran tamaño para la instrumentación y el sistema multimedia, y una tercera más pequeña que integra los controles de la climatización. Los asientos de carbono están muy bajos y es relativamente fácil entrar y salir del automóvil. Otras impresiones iniciales son que el cambio manual fabricado por Graziano Trasmissioni tiene una sensación deliciosa y que la visibilidad es más que aceptable para tratarse de un superdeportivo con motor central. El ajuste y el acabado, incluso en este prototipo, parecen muy elegantes, mientras que la homologación Euro 6 permitirá que el automóvil se venda en Europa, aunque no en los Estados Unidos.

Noble M500 interior

Hablando de mecánica, con el Noble M500 se produce un regreso a las raíces de la empresa, con el empleo de un bloque Ford V6. Concretamente, se trata del motor 3.5 EcoBoost procedente del F-150 Raptor. Aún no hay cifra de potencia, si bien se estima que debería rondar los 550 CV; un dato que no impresiona, aunque en combinación con un peso estimado de 1.250 kilogramos (con fluidos), hace pensar en un rendimiento impresionante. «El apoyo de Ford ha sido increíble», comenta Boutwood.

Cuando habla de una experiencia de conducción analógica, no se trata únicamente de semántica: prescinde del control de tracción o estabilidad, ABS o airbags. En su lugar encontramos suspensiones de doble horquilla, resortes helicoidales, amortiguadores pasivos y una dirección asistida hidráulicamente. Nada más.

Una cosa es segura: el cerebro, las manos y los pies del conductor serán los únicos responsables de controlar el Noble M500, y en un mercado de superdeportivos abarrotado, hace que el M500 sea una propuesta refrescante… o un anacronismo, dependiendo de tu punto de vista. No obstante, Boutwood confía en que la nueva criatura comparta los modales de conducción del M600 y, de ser así, el M500 debería ser mucho más utilizable en el día a día de lo que se podría esperar.

8 Noble M500

Boutwood es cariñosamente humilde al hablar sobre el lugar que ocupa Noble en el amplio mundo de los superdeportivos, y parece sorprendido por mi pasión por el M12 y por lo que significó la joven marca Noble para la gente hace casi 20 años. “Llegamos al mercado para tratar de establecernos como fabricantes de superdeportivos muy especiales; ojalá nuestra insignia tenga más credibilidad ahora”, dice reflexivamente.

“La gente viene aquí esperando buen gusto y mucho personal, y nosotros no somos eso”, agrega. De acuerdo con que Leicester no es exactamente Maranello, pero la sede de Noble es inteligente, limpia y ordenada. “Queremos mantener este automóvil construido en Gran Bretaña y apoyar a las empresas locales, y el automóvil se fabrica de manera interna desde cero. Las personas que trabajan aquí pueden hacer de todo, y eso es raro de encontrar. Sólo queremos hacer grandes coches para conductores. Disfruto de la competencia contra los grandes, aunque nosotros seamos David y ellos Goliat…”.

El objetivo de Boutwood es tener el coche nuevo listo para este año. No le gusta aceptar depósitos de los clientes hasta que el automóvil esté físicamente disponible y hayan podido probarlo por sí mismos, aunque admite que si su plan de ventas tiene éxito, es posible que necesite algunos puntos de venta más en todo el país para hacer frente a la demanda.