El TVR Cerbera Speed 12 fue uno de los superdeportivos de origen británico más extremos que se conocen, y no sólo por sus prestaciones, sino por lo complicado que era llevar esta bestia de más de 800 CV. Pensado para la categoría FIA GT2, se exigía un número determinado de unidades de producción para poder competir. Unidades que no vieron la luz por lo complicado de su conducción y de las que sólo se llegó a producir una… que ya tiene dueño.
Hace unos días, la popular casa de subastas Silverstone Auctions logró venderlo a un precio cercano a los 700.000 euros. Una cifra que responde a la exclusividad del modelo y toda la historia que lo rodea.
Objetivo: a por el McLaren F1 GTR
En la década de los 90, el McLaren F1 GTR era el dueño y señor de la categoría GT2. En ese sentido, Peter Wheeler, ingeniero para TVR, quiso acabar con el reinado de McLaren concibiendo su propio TVR para GT2. Conocido internamente como proyecto 7/12, se presentó en sociedad en el Salón del Automóvil de Birmingham de 1996. Y ya por aquel entonces encandiló al público por sus formas perfectamente esculpidas… y sus prestaciones.
La unidad de competición montaba un bloque V12 de de 7.7 litros que desplegaba cerca de 800 CV a 7.250 rpm y un par máximo de 881 Nm. Por supuesto, estaba rodeado de los mejores componentes posibles para volar por los circuitos. Como exigencia dentro del campeonato, los vehículos participantes tenían que tener versiones de producción. Una oportunidad que en TVR vieron para materializar la salida del TVR Cerbera Speed 12. Sin embargo, es un hecho que nunca llegó a producirse.
Y el culpable es el propio coche, o más bien, lo complicado que era conducirlo. Se dice que el propio Wheeler tomó prestada una de las unidades de preproducción y cuando volvió al día siguiente, confesó que el vehículo era inconducible en carretera. De este modo, se cortó por lo sano devolviendo el dinero que los futuros clientes habían deposito a modo de reserva.
Ese TVR Cerbera Speed 12 de preproducción es el que acaba de subastarse
Esta icónica unidad ha ido ganando en prestaciones, con un aumento de potencia que se va a los 850 CV y un peso total de 1.100 kg. Tras la mencionada subasta, en la que se fueron sucediendo pujas hasta las 601.500 libras -unos 691.91 euros al cambio- que ha pagado su nuevo dueño. Como hemos dicho anteriormente, ese es el precio a pagar por un coche que extremadamente único (y complicado de conducir).