Serán 1.268 millones de dólares (869,3 millones de euros) los que Fiat tendrá que desembolsar pero según su consejero delegado, Sergio Marchionne, todo ese dinero se sacará íntegramente de las arcas de Fiat SpA. Sin embargo, la adquisición tiene una condición: La deuda que Chrysler contrajo al ser rescatada por los gobiernos de Estados Unidos y Canadá deberá ser reembolsada antes de que acabe el año, a lo largo del segundo semestre. Ni corto ni perezoso, Marchionne la da por saldada ya para junio.
Y es que Manda detrás de poder activar la cláusula llamada «Incremental Equity Call Option», precisamente sujeta a que Chrysler salde los créditos que los estados comentados le otorgaron para salir de la bancarrota. Cuando puedan hacerlo, Fiat tendrá vía libre para adquirir el vital 5 % con el que controlarían la mayoría de las acciones del fabricante de Detroit. El Grupo Fiat, con la familia Agnelli a la cabeza, pretende que la alianza con Chrysler se acabe convirtiendo en un solo grupo automovilístico global. Juntas, Marchionne prevee llegar a fabricar seis millones de unidades al año, cifra que según él es la que hace falta para sobrevivir hoy en día en el panorama automovilístico mundial. «Chrysler está siguiendo un extraordinario camino de recuperación, a nivel industrial y económico, y Fiat está lista para asumir el control», ha comentado.
Sin embargo, muchos en Italia temen que se acabe produciendo un traspaso de poder a la división americana, con lo que la sede central quedaría en Detroit y en cierta manera Italia perdería al gigante industrial que la ha mantenido durante tantas décadas. Lo único cierto de momento es que, con el anuncio del acuerdo, Fiat ha subido un 2 % en la Bolsa de Milán… y que la amenaza de deslocalizar su planta de Mirafiori ha obligado a los trabajadores a aceptar horas extras sin retribución y hasta ocho horas seguidas en la cadena de montaje sin la más mínima interrupción.
Las sucesivas compras de acciones de Chrysler por parte de Fiat llegan tras un primer trimestre en el que el grupo italiano ha conseguido otro incremento importante en los beneficios, apoyándose en mercados como Alemania, Francia o Brasil para sobrevivir a los bajones en España e Italia. A ello han contribuido igualmente los buenos resultados en vehículos comerciales. Por otro lado, detrás de acuerdos como éste siempre hay detalles como la posibilidad de compartir la red de concesionarios de ambas marcas en América Latina, pudiéndose apoyar Fiat en la amplia red con la que ya cuenta Chrysler. Allí, el 90 % de los puntos de venta serán compartidos.