Un ingeniero de Valladolid idea los molinos de viento sin aspas

Una muestra más de esta capacidad ha sido noticiada hace un par de semanas: Cuando David Yáñez estudiaba ingeniería en Valladolid en 2002, uno de los mayores puentes del mundo, el puente de Tacoma, en Washington (EE.UU.) quedó desintegrado por la acción del fenómeno atmosférico llamado «vórtices de von Kármán». Por lo visto esta acción de la Naturaleza ha preocupado siempre a ingenieros y arquitectos, pero el estudiante de Valladolid la intuyó como fuerza aprovechable. Él explicaría cómo hacer útil la energía de aquel fenómeno.
Durante varios años ha estudiado el mayor aprovechamiento de la fuerza del viento mediante campos de postes, parecidos a cuantos ya existen, productores de energía eólica, pero la innovación de David Yáñez utiliza molinos sin aspas. La patente puede estar centrada en el movimiento del conjunto de imanes en el extremo superior por acción de la fuerza del viento, pero ¿cómo? Un médico de Sevilla, ingenioso lector nuestro, novelista y visionario, me ha hecho una pregunta sin respuesta posible para mis conocimientos en estos temas: «¿Podría aprovecharse esta fuerza instalando el ingenio magnético en el techo de un automóvil?» No me extrañaría si el propio ingeniero David Yáñez hubiera pensado en esta posibilidad. Él mismo podría explicarlo y a ello le invitamos.
También en nuestra redacción y equipo de colaboradores disponemos de mentes privilegiadas con excelentes ideas, algunas de ellas con feliz aprovechamiento. Sobre la sugerencia del médico sevillano, nuestro colaborador José Luis Valle, sólo se pregunta. «¿Quién sabe? Estamos rodeados de muchas fuerzas todavía desaprovechadas, como las mareas, por ejemplo.»
Con profesionales como los nuestros da gusto crear nuevos especiales y revistas impresas y electrónicas. Como editores debemos ser capaces de sacar partido a la grandeza de sus conocimientos en beneficio de la más amplia información internacional sobre el automóvil con permanentes sorpresas en la evolución de su tecnología. En este sentido, antes de fin de año daremos una agradable sorpresa periodística mundial. Por lo menos esa es la idea pretendida para el próximo otoño en beneficio de la comunicación automovilística en la mayor extensión posible. ¿Será un sueño de españoles imaginativos o una realidad? Naturalmente, deseamos forjar una sorpresiva realidad y en ello estamos como un aprovechamiento más de los avances de la comunicación electrónica y digital.