Como os adelantaba ayer, la especial de hoy ha sido rapidísima. Nuestro tiempo fue de tan solo 3:59:49 para completar los 433 kilómetros de tramo contrarreloj. La pista tenía unas líneas rectas interminables, con mucha arena suelta y por tanto mucho polvo.
Hemos sufrido dos pinchazos en el kilómetro 60 y, para colmo, otro 100 kilómetros más adelante, por lo que nos quedamos sin ruedas de repuesto. Tras reanudar la marcha, conseguimos alcanzar a Sainz en la zona de dunas, pero nosotros no tenemos ya la posibilidad de regular la presión de neumáticos desde la cabina como los buggys y como carecíamos de rueda de repuesto, apostamos por ir un poco más hinchados sabiendo que en la zona de arena perderíamos un poco de tiempo, lo importante era terminar sin más pinchazos.
Cuando llegaron las partes sinuosas, nuestro Mini respondía muy bien y comenzamos a recuperar tiempo a los demás. En una casilla del roadbook el dibujo no era muy fácil de interpretar (el rumbo pertenecía a otro dibujo) y aunque nosotros lo hicimos bien, casi nos damos un golpe frontal con Nani que venía en la dirección equivocada pero todo quedó en un susto sin consecuencias.
La parte final transcurría por el interior de un río y decidimos ir con mucho cuidado los últimos 35 kilómetros ya que estaban muy, muy rotos y teníamos miedo volver a pinchar ya que no nos lo podíamos permitir.
El calor sigue siendo gran protagonista y en muchas ocasiones se hace agobiante pero estamos muy contentos con la nueva ropa ignifuga que nos ha hecho Gallupo porque ayuda a reducir la temperatura corporal muy bien.
Nasser se está haciendo cada vez más al coche y se encuentra cómodo lo que hace que yo también disfrute muchísimo a bordo de nuestro Mini. Aún queda mucha carrera por delante.
¡Espero que estéis disfrutando tanto como nosotros!