Primera prueba Ford Mustang Mach 1: un deportivo con carácter

Javier Arús
Javier Arús
Esta versión pretende enfatizar todas las virtudes del Mustang con motor V8. Ahora bien, aquí se trata de analizar si merece la pena pagar la diferencia respecto al GT.

Tener un Ford Mustang en el garaje es algo que cualquier aficionado al motor no le desagradaría en absoluto. Y en mi caso soy de la opinión que, ya que te metes en harina, debes comprarte uno con el mítico motor 5.0 V8 atmosférico. Está claro que el 2.3 EcoBoost de cuatro cilindros y 290 CV está más que bien, pero desde luego no proporciona una experiencia completa (no se comercializa en nuestro mercado desde enero de este año). Falta algo.

Ese algo es evidente que son los ocho cilindros. Nada más pulsar el botón de arranque, el bamboleo inicial de la mecánica se transforma en un ralentí poderoso, contundente. Es casi imposible no dar un par de acelerones en vacío para disfrutar de una banda sonora de lo más genuina. Es personal, inconfundible, algo poco común (al menos a este lado del Atlántico). Solo con esto, el Ford Mustang provoca una sonrisa en el rostro, y ni siquiera hay necesidad de moverse.

Ford Mustang Mach 1 frontal

Pero antes de meternos con el apartado dinámico, conviene analizar las diferencias estéticas de esta variante Mach 1. El diseño está inspirado, según la marca, en la competición y en la primera variante de este modelo, que data de 1969. En este sentido, estos guiños retro racing los podemos observar en la rejilla y splitter delantero, el difusor trasero (heredado del GT500) y el alerón trasero, todos pintados en negro o gris y en brillo o mate… a juego con las llantas de 19’’ específicas acabadas en color Dark Tarnish de bajo brillo. Se puede escoger entre ocho llamativos colores, con franjas en el capó y en la parte inferior de los laterales. Además, destacan los logotipos Mach 1 en la tapa del maletero y en las aletas delanteras.

Para la prueba hemos escogido una unidad con cambio manual de seis marchas, por lo que al acceder al interior donde primero se te va la vista es al pomo del cambio, redondo y blanco, y que comparte con la desparecida variante Bullit. No obstante, en el habitáculo las diferencias son menos evidentes que en una variante estándar; los asientos deportivos de cuero presentan costuras en color Gris Metal, y cada Ford Mustang Mach 1 incluye una insignia en el salpicadero con el número de chasis.

Ford Mustang Mach 1
En el interior destaca el pomo redondo y blanco de la transmisión manual de seis marchas (el mismo que empleaba el Ford Mustang Bullit)

En el apartado técnico, las modificaciones con respecto a la versión GT se aplican en el motor, con una ganancia de 10 CV para un total de 460 CV (se modifica la admisión y también mejora la refrigeración, con un radiador de aceite adicional). También cambia el sistema de escape, consiguiendo un sonido todavía más contundente; la suspensión hereda elementos de las versiones Shelby GT350 y Shelby GT500 (son las variantes más deportivas y sólo se venden en Estados Unidos), muelles delanteros más firmes, casquillos más rígidos y barras estabilizadoras específicas. Los amortiguadores son adaptativos y están controlados electrónicamente (Magneride); y la dirección también cuenta con una puesta a punto específica.

Vista la teoría, es el momento de comentar que la diferencia de precio entre un Ford Mustang GT y un Mach 1 es de 12.500 euros (50.471 euros frente a 62.971 euros). Está claro que es una cantidad de dinero alta y que sirve para echar mucha gasolina; por eso es necesario evaluar las sensaciones de conducción, ya que con lo que te hemos contado hasta ahora no parecen existir suficientes motivos para justificar esa diferencia (al menos desde nuestro punto de vista).

La experiencia sensorial en el Ford Mustang está supeditada al motor V8. El sonido y, sobre todo, la manera de entregar la potencia marcan la satisfacción de uso de este deportivo. Acelerar a fondo es algo que todos deberíamos vivir alguna vez en la vida. El motor, por debajo de las 4.500 rpm, no ofrece un empuje salvaje; es más, te quedas con la duda de si realmente cuentas con más de 400 CV debajo del pie derecho.

Ahora bien, vas tan absorto escudriñando cada nota de la banda sonora, que te da un poco igual que no corra todo lo que esperabas; una sonrisa se dibuja en tu rostro de manera inconsciente. Ahora bien, cuando te mueves entre las 5.000 y las 7.500 rpm, la cosa se pone muy emocionante, con un empuje contundente que provoca que agarres el volante con fuerza y te quede pendiente del traslado de la fuerza a través del eje trasero.

Ford Mustang Mach 1
El escape también recibe ligeras modificaciones en el Mach 1 para lograr un sonido todavía más contundente.

Es en ese preciso instante es cuando el escenario cambia por completo, ya que el Ford Mustang se transforma de un cómodo GT a un deportivo de reacciones bruscas que hay que descifrar poco a poco para no llevarte algún susto que otro. El Mach 1 hay que conducirlo rápido siempre pensando en la acción de tu pie derecho sobre las ruedas motrices.

De hecho, a buen ritmo te pasas gran parte del tiempo corrigiendo la trayectoria inicial escogida, lo cual puede resultar frustrante para algunos conductores (sobre todo a los que disfrutan con el hecho de que un vehículo siempre tenga las mismas reacciones), pero muy divertido para otros, ya que cada curva con el Mach 1 es una historia que contar.

También cabe destacar que rodando por algunas de las mejores carreteras secundarias de la provincia de Málaga (como las de la Sierra de Ronda), al comportamiento divertido se une un asfalto pulido como un espejo, por lo que cada aceleración en el Ford Mustang se convierte en un precioso contravolante que se te queda grabado en la memoria para siempre. Incluso sin querer, te ves en muchas situaciones circulando con el coche completamente de costado porque la trasera decide que quiere tomar el control de la situación (por eso el autoblocante es fundamental para que las ruedas no giren sin control)

El cambio manual no hace otra cosa que añadir puntos positivos al conjunto. Con un tacto preciso, duro y recorridos cortos, te involucra en la acción de una manera genuina, convirtiendo tu antebrazo en una conexión directa con la mecánica y haciendo que le experiencia gane en detalles. El Mach 1 cuenta con un sistema de punta tacón automático, el cual resulta fundamental (se puede desconectar) para evitar bloqueos del eje trasero en reducciones bruscas. Aún así, en aproximaciones agresivas a curvas cerradas tienes que estar atento a la hora de reducir, ya que el coche se retuerce y se sacude provocando movimientos que alteran la trayectoria.

Ford Mustang Mach1 perfil
En el Mach 1 se puede escoger entre 8 colores para la carrocería.

He de decir que tuvimos la oportunidad de probar también una unidad con el cambio automático de 10 marchas, y si bien la ganancia en comodidad de uso es evidente (ofrece un compromiso aceptable entre rapidez y suavidad en su funcionamiento), creo que este modelo hay que comprárselo con la transmisión manual si de verdad eres de los que buscas y disfrutas de una buena carretera de curvas para desplazarte de un punto a otro. Recapitulando, la experiencia de conducción del Ford Mustang Mach 1 no se diferencia en exceso respecto a la que experimentas en un Ford Mustang GT ‘a secas’.

Se mantienen todas las virtudes y defectos, y en el comportamiento es complicado notar la mayor eficacia del chasis en curvas. Por tanto, pagar los 12.500 euros de diferencia solo tiene sentido si realmente buscas algo más exclusivo y diferenciador (que no deja de ser una razón de peso en este tipo de coches). En cualquier caso y, escojas el que sea de la gama actual Ford Mustang con carrocería de tres puertas (recuerda que existe un SUV Coupé eléctrico dentro de la familia llamado Mach-e), acertarás de pleno, ya que no existe absolutamente nada en el mercado que iguale la relación precio/prestaciones/sensaciones. Y poder contar con un propulsor atmosférico de cinco litros y ocho cilindros en V es un lujo que no durará mucho años en el mercado.

Ficha técnica del Ford Mustang Mach 1

  • Motor: Gasolina, 5.0 V8 atmosférico
  • Tracción: Trasera
  • Potencia: 460 CV a 7.250 rpm
  • Par: 529 Nm a 4.900 rpm
  • Peso: 1.839 kg (3,99 kg/CV)
  • Aceleración: 0-100 km/h 4,8 seg.
  • Velocidad máxima: 267 km/h
  • Precio: 62.971 euros

 

Ford Mustang

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