Había muchas empresas en vilo por las nuevas regulaciones de la FIA con respecto a los motores de los Fórmula 1 de 2026 en adelante. Por un lado, las propias escuderías querían saber hacia dónde tirar. Por otro, fabricantes como Porsche y Audi, interesadas en aterrizar en la Fórmula 1 más pronto que tarde, necesitaban saber con qué se iban a encontrar.
Pues bien, el Consejo Mundial del Deporte del Motor de la FIA acaba de aprobar las reglas fundamentales para los motoristas de los equipos de Fórmula 1, que tendrán validez a partir de 2026. Hay varias novedades, pero el esquema de propulsor de combustión V6 asociado a motor eléctrico se mantiene. En esencia, todo gira en torno a cuatro puntos básicos:
- Mantenimiento del espectáculo: En los últimos tiempos hemos visto cómo, en algunas ocasiones, los motores de los monoplazas han perdido rendimiento con respecto a otros más antiguos, cosa compensada a base de mejor aerodinámica para que los coches sean igualmente rápidos, o incluso más. Sin embargo, en 2026 las unidades de potencia de los F1 es seguro que tendrán un rendimiento similar al actual, basándose en un bloque V6 (probablemente, también de 1.6 litros de cilindrada) de altas revoluciones.
- Sostenibilidad ambiental: Hay dos novedades importantes en esta área. Una es que la parte eléctrica tendrá un protagonismo un 50% mayor que hasta ahora. La otra es que los monoplazas utilizarán combustibles sintéticos.
- Sostenibilidad financiera: Para evitar la posible llegada a la quiebra de las escuderías y también para fomentar la igualdad en pista entre los diferentes monoplazas, se reducirán los costes generales para los competidores hasta un nivel aún por desvelar, pero manteniendo el escaparate tecnológico aplicable a los vehículos de carretera.
- Atractivo para nuevos fabricantes: La idea es facilitar la entrada a la competición a fabricantes de motores que ahora mismo no participan en la F1, como Audi y Porsche, previamente mencionados. Las regulaciones estarán destinadas a que nuevos participantes encuentren el máximo atractivo en unirse a la Fórmula 1.
Aparte, también se ha trabajado en la reducción o eliminación del famoso porpoising, ese rebote del coche en las rectas a alta velocidad ocasionado por el diseño de los fondos de los monoplazas, con canalizaciones de aire muy pegadas al suelo. Para ello, dichos conductos estarán 15 mm más lejos del suelo, el difusor posterior estará un poco más alto y será más rígido, y se instalará un nuevo sensor para monitorizar este efecto.