Prueba: BMW X4 xDrive20d
La versatilidad del X4 resulta destacable. Con él podemos viajar cómodamente sin limitarnos a las vías asfaltadas.
Prueba: BMW X4 xDrive20d
A la salida de la caja de cambios se sitúa una tránsfer que reenvía par al tren delantero, mediante una cadena y un árbol de transmisión. Se conecta parcial o totalmente y de forma automática mediante un embrague de discos. Esto nos permite tener un sistema de tracción total 100 % automático.
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El control de descensos es capaz de mantener una velocidad constante y regulable en bajadas. Es muy eficaz.
Prueba: BMW X4 xDrive20d
La mejora en habitabilidad y confort de este X4 es clara, aunque a costa de perder parte de la legendaria agilidad de BMW.
Prueba: BMW X4 xDrive20d
Si pensamos en el X4 como una berlina de 4,75 metros, hay propuestas mejores en cuanto a habitabilidad, pero comparado con su predecesor resulta bastante amplio, incluso en las plazas traseras, donde el límite lo marca la altura más que el espacio para las piernas.
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La capacidad del maletero es de 525 litros. No es un mal dato, especialmente teniendo en cuenta el diseño de la carrocería.
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Aunque todos los motores del X4 se sitúan en posición central delantera (entre los ejes del vehículo), los de cuatro cilindros tienen la ventaja adicional de ubicarse aún más centrados que los de seis. Hay barras de refuerzo para las torretas de las suspensiones. En lugar de rueda de repuesto, encontramos un hueco bajo el piso del maletero.
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Un cargador inalámbrico permite recargar la llave-mando principal.
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La interfaz iDrive requiere un periodo de aprendizaje, pero hay accesos directos a las principales funciones. El cuadro digital conserva una estética clásica. Es limpio y ofrece información de forma clara.
Prueba: BMW X4 xDrive20d
Aunque la primera no es demasiado corta, el convertidor nde par y los 400 Nm hacen que no necesites reductora. El asistente de arranque en cuestas está integrado con el HDC y evita que el vehículo recule cuando levantamos el pie del freno para iniciar la marcha en una cuesta. Se acciona con un pulsador situado detrás del selector del cambio.
Prueba: BMW X4 xDrive20d
La perfecta integración hombre-máquina es una constante en BMW. Todos los mandos directamente relacionados con la conducción se agrupan en dos zonas: el selector del cambio y el volante.
Prueba: BMW X4 xDrive20d
Bajo el piso del maletero encontramos este hueco.
Prueba: BMW X4 xDrive20d
La tracción total aumenta notablemente la movilidad fuera del asfalto, si bien en el caso de esta unidad el límite lo marcaban las cubiertas Yokohama Advan Sport, 100 % asfálticas.
Prueba: BMW X4 xDrive20d
Mires donde mires, la sensación de calidad es muy alta.
Prueba: BMW X4 xDrive20d
Con unos neumáticos adecuados, el X4 puede ser un vehículo perfectamente válido para circular ocasionalmente por caminos sin renunciar a un gran comportamiento en asfalto.
Prueba: BMW X4 xDrive20d
La guantera es práctica y está muy bien acabada.
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El hueco bajo el reposabrazos delantero resulta bastante práctico. Dispone de luz y conexión USB para datos y carga.
Prueba: BMW X4 xDrive20d
BMW fue una de las primeras marcas en incorporar la llamada de emergencia. El pulsador manual está en el plafón del techo, aunque se activa de forma automática en caso s de colisión.
Prueba: BMW X4 xDrive20d
Mires donde mires, la sensación de calidad es muy alta.
Prueba: BMW X4 xDrive20d
La segunda generación del X4 ha sucedido prepaturamente a la primera debido al cambio de plataformas de BMW.
Prueba: BMW X4 xDrive20d
Las versiones de gasolina son: xDrive20i (184 CV), xDrive30i (252 CV), M40i (354 CV), X4 M (480 CV) y X4 M Competition (510 CV). Los diésel son este xDrive20d (190 CV), xDrive25dt(265 CV) y xDrive30d (326 CV).




















