Nissan Juke 1.0 DIG-T 117 N-Design 2020
Los retrovisores incluyen los intermitentes laterales. Van en color del techo.
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Los faros full led son de serie en todos los acabados. Iluminan muy bien, pero se aprecia un salto entre el haz de luz corta y el de larga. Por eso, se genera una especie de sombra en esa zona que, en ocasiones y en vías sin iluminar, puede dar la sensación de que se te ha cruzado un pequeño animal.
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El Juke ofrece un poco más de altura libre que un Micra, y esa es su única ventaja si queremos circular por campo.
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El alerón trasero es de serie; le aporta un toque muy deportivo a la parte trasera.
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En la parte posterior, sólo aparece el nombre de Juke en el lado izquierdo del portón y el del acabado en el derecho; no hay ninguno relacionado con el motor.
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La salida de escape queda completamente oculta por el paragolpe trasero.
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El maletero ofrece 422 litros, una cifra que está muy bien para su segmento. Ha crecido mucho frente al anterior Juke.
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El Juke cuenta con una longitud de 4,21 metros. Eso son 7 cm más que su antecesor, algo que le permite ofrecer un mayor espacio interior. Ahora, el Juke se sitúa más cerca del Qashqai, modelo del que también se espera un ligero aumento de tamaño para su próxima generación.
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Al menos en nuestra unidad, la bandeja trasera va sólo apoyada en los laterales; en zonas bacheadas, produce ruidos.
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De serie, el Juke lleva un kit reparapinchazos. No se ofrece ningún tipo de rueda de repuesto en opción.
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De serie, también hay un doble fondo que se puede colocar a dos alturas.
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El portón cuenta con dos huecos, uno a cada lado, para cerrar el portón. Es más cómodo de utilizar que otros que van en la cara interna del guarnecido.
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El acceso a las plazas traseras es suficientemente bueno. Con este acabado, el Alcántara llega hasta los paneles de las puertas.
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En las plazas traseras hay dos tomas USB y un pequeño hueco para dejar cosas.
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Los altavoces integrados en los reposacabezas delanteras van junto con el equipo Bose. Cuestan 600 euros… y deberían ser de serie en este acabado.
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El salpicadero está bien acabado por ajustes y remates. Destaca el contraste entre el Alcántara de la parte superior, de muy buena calidad, el tacto de los plásticos duros, que no son nada del otro mundo.
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El freno de mano se activa por botón; a su derecha, hay dos prácticos posalatas utilizables como también huecos.
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El Juke también emplea una nueva plataforma CMF-B de la Alianza Renault-Nissan. Es la misma que llevan los nuevos Clio y Captur. Con ella, el Juke destaca por ofrecer un comportamiento más ágil que la media de su segmento, algo a lo que también ayuda una suspensión un poco más firme que en el citado Captur. En el caso de la unidad probada, equipada con llantas de 19”, el perfil del neumático es muy bajo, y eso hace que sea un poco seco e incómodo en zonas bacheadas.
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Este botón permite seleccionar entre los tres modos de conducción: Eco, Standard y Sport.
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El Juke puede llevar un cambio manual de seis marchas o uno automático de doble embrague de siete marchas, que es el de esta prueba: no va mal en manual, pero resulta un poco brusco sobre todo maniobrando a baja velocidad y, en automático, abusa demasiado de las marchas largas, algo que penaliza mucho la respuesta del motor.
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El botón de arranque queda rodeado del tapizado en Alcántara.
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El volante es idéntico al de otros modelos de Nissan. El sistema Propilot es de serie en este acabado.
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El cambio automático sólo se puede utilizar de modo manual a través de las levas del volante. Para activarlo, hay que mantener pulsada una de las levas como un par de segundos.
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El climatizador automático es de una sola zona. Los mandos están un poco bajos, aunque son mucho mejores que los de pantalla que emplean otros riavles.
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La pantalla central de serie está bien colocada y no es demasiado compleja, pero sus gráficos empiezan a quedarse un tanto desfasados.
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Los asientos deportivos de serie de este acabado son excelentes por sujeción y comodidad. Están calefactados de serie.
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El Juke, de momento, sólo se ofrece con un motor 1.0 Turbo de tres cilindros en línea desarrollado junto con Renault. Consume relativamente poco, y su repuesta es mejor cuanto más alto de revoluciones vaya; en ese sentido, por debajo de 3.000 rpm, resulta un tanto perezoso. Vibra un poco a ralentí y, en marcha, podría ser menos ruidoso a altas rpm.
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La instrumentación es clara y completa, con una pantalla digital en color de serie en el centro.
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En la parte inferior de la consola hay una toma USB y otra de 12 V.
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La iluminación interior es correcta, pero no hay posibilidades de variar los colores como en otros rivales.
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El Juke se ofrece con cinco acabados: Acenta, N-Connecta, Tekna y N-Design. En general, es un coche caro: el más barato sale por 21.400 euros, y el N-Desgin de esta prueba se va hasta los 26.500 euros, que es demasiado pese a su completo equipamiento de serie.
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Imagen del vano motor. Revisar los niveles o hacer otras operaciones habituales es sencillo.
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La guantera principal es profunda, pero no muy ancha. Está iluminada, pero no tapizada.
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La postura al volante es bastante buena; se va sentado alto, así que la visibilidad es buena. No cuesta encontrarse a gusto.
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El espacio en las plazas traseras ha mejorado; aún así, podría ofrecer más altura, y la anchura es justa para tres personas adultas.
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Los neumáticos en medida 225/45-19 son a todas luces exagerados para este modelo, pues restan prestaciones y comodidad, y prepara unos 220-230 euros/unidad cuando tengas que cambiarlos. Además, son muy poco adecuados en campo: es fácil pinchar o dañar una llanta. Eso sí, esas llantas quedan muy bonitas…
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Las manetas de las puertas traseras van integradas en los montantes. Eso le da un aspecto menos deportivo, pero son menos prácticas que las colocadas en el lugar habitual. Que el techo baja en color diferente al resto del coche cuesta 550 euros.
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El acceso y arranque de tipo manos libres es de serie a partir del acabado N-Connecta.
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Los faldones laterales son de serie, y se abren con la propia puerta; eso evita que, al subir o bajar, nos manchemos el pantalón con la parte inferior de la carrocería si el coche está muy sucio.
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El Nissan Juke de estas fotos pertenece a la segunda generación de este modelo, que ha salido a la venta a finales de 2019. Se trata de un SUV urbano que rivaliza con el Renault Captur, Peugeot 2008, Seat Arona, VW T-Cross, Kia Stonic, Hyundai Kona, Skoda Kamiq… Sin embargo, el Juke apuesta por un diseño un poco más deportivo, algo que convierte al Ford Puma en su rival más directo.
