Fotoprueba: ¿Qué Peugeot 3008 comprar?
El Peugeot 3008 es el SUV compacto de Peugeot. Tiene cinco plazas, si bien existe una versión de siete asientos de serie y una carrocería 20 cm más larga -llega a 4,64 m- denominada 5008. El 3008 es rival directo del Seat Ateca, Nissan Qashqai, Skoda Karoq, Hyundai Tucson, Kia Sportage, Suzuki S-Cross, Renault Kadjar… y comparte plataforma y mecánica con el Opel Grandland X.
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El 3008 emplea la plataforma EMP2 de PSA. Estrenada en 2013 por el Citroën C4 Picasso y el Peugeot 308, la toman como base otros mdoelos del Grupo como el DS 7, el Peugeot 508, el Citroën C5 AirCross… pero, también, algunos comerciales como el los Citroën Berlingo/Opel Combo/Peugeot Rifter/Toyota Proace City y el Citroën SpaceTourer/Opel Zafira Life/Peugeot Traveller/Toyota Proace. En el caso del 3008, emplea suspensión trasera de ruedas tiradas con eje torsional. Como en las demás, está preparada para llevar mecánica electrificadas.
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El 3008 se ofrece con dos motores de gasolina, dos diésel y dos híbridos enchufables. Los dos primeros son un 1.2 de 130 CV y un 1.6 de 180 CV, ambos con turbo. Los dos diésel son un 1.5 de 130 CV y un 2.0 de 180 CV. En cuanto a los híbridos enchufables, hayuna versión de 225 CV y otra de 300 CV. El primero lleva un motor eléctrico, mientras que el más potente lleva dos, y uno de ellos actúa sobre el eje trasero, por lo que ese Hybrid4 300 es el único 3008 con tracción total. Todos llevan un cambio automático de ocho marchas, si bien los motores de 130 CV pueden llevar, también, uno manual de seis marchas.
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Hay cuatro acabados. El nuevo acabado Style ha sustituido al anterior Active, mientras que los otros tres se mantiene: Allure, GT Lione y GT, este último sólo disponible para los Hybrid y Hybrid4 y para el BlueHDi 180.
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Ciertamente, la gama cuenta con pocas motorizaciones pero claramente diferenciadas, lo que facilita mucho la elección. Tanto en gasolina como en diésel, los dos motores de 130 CV cumplen sin problema para una utilización normal por cualquier tipo de vía, por lo que no hace falta más. Además, tienen un consumo medio muy razonable. Optaríamos por el gasolina si no vamos a relizar más de unos 12.000 km al año y si, sobre todo, van a ser muchos trayectos cortos. De lo contrario, mejor el diésel.nEn el caso de los 180 CV, ocurre algo parecido, pero con una respuesta mucho más contundente que son también muy intereasntes, pero sólo si las vamos a aprovechar o no nos importa pagar más por ellas. nEn cuanto a los dos híbridos enchufables, hay casi 6.000 de diferencia entre ellos y, además de la potencia, el de 300 CV tiene más autonomía: 59 km en vez de 40 km. Ambos tiene etiqueta Cero de la DGT. La versión básica puede ser suficiente si esos 40 km -unos 30 km reales- nos dan para hacer nuestros recorridos habituales.
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El 3008 destaca más por comodidad y facilidad de conducción que por agilidad en carreteras de curvas, si bien es un modelo equilibrado y agradable de conducir, con una buena insonorización. No esperes milagros en campo: en esas lides se ve bastante limitado.
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El diseño del salpicadero es muy llamativo y moderno. También es muy peculiar, pues la instrumentación va colocada en una posición que, para verla, obliga a llevar el volante muy bajo, más de lo habitual. Eso aumenta la comodidad en autopista, pero resta agilidad en los movimientos al maniobrar o en zonas de curvas. También tiene demasiado protagonismo la pantalla central, que aglutina demasiadas funciones que debería manejarse con simples botones para nos distraer tanto al conductor en marcha para cosas esenciales como, por ejemplo, manejar el climatizador. Por calidad, los plásticos de la parte superior o la botonera de la consola central están por encima de la media, pero los remates o los materiales de las zonas menos vistas le dejan a la altura de sus rivales.
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La instrumentación digital es configurable. Ésta es la visión más tradicional. Ofrece una buena cantidad de información (aunque se puede reducir a la mínima expresión si así lo desea el conductor) y se ve con suficiente claridad.
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Imagen de la instrumentación con el navegador.
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Las principales funciones del climatizador se manejan a través de la pantalla central; queda muy bonito, pero unos botones clásicos son mucho más prácticos porque distraen menos.
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Los asientos delanteros son bastante cómodos y sujetan bien el cuerpo. La postura, como hemos comentado, se ve completamente condicionada por la posición de la instrumentación.
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Las plazas traseras son bastante amplias, sobre todo por altura y anchura. Es relativamente fácil colocar tres sillitas. En general, está por encima de la media del segmento.
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Con 520 litros, el maletero también se sitúa entre los mejores de su clase. Además, tiene unas formas muy regulares. Bajo el piso hay una rueda de repuesto de emergencia.
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En función del acabado, el portón del maletero puede tener apertura eléctrica, una opción que cuesta 850 euros.
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La consola central que hay entre las plazas traseras incluye las salidas de aire, una toma de 12V y un pequeño hueco.
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Los botones de la consola central permiten acceder a cada menú de la pantalla central con más facilidad pero, después, hay que moverse a través de la pantalla para modificar lo que queramos.
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El freno de mano eléctrico es de serie. El botón Sport permite elegir entre el modo normal y otro más deportivo que modifica la respuesta del acelerador, del cambio en los automáticos y, levemente el sonido del motor.
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La palanca de cambios automática no se puede utilizar para cambiar de forma manual a través de ella, pero pulsando el modo M sí nos deja hacerlo utilizando las levas del cambio.
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Las levas del cambio son fijas, así que no giran a la vez que el volante; la de la derecha permite subir de marcha, mientras que la de la izquierda permite reducir.
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Delante del cambio encontramos este hueco con una toma USB y otra de 12V.
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A través de la pantalla central se pueden elegir diferentes tonalidades para la propia pantalla y la iluminación ambiental.
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La guantera está tapizada y tiene una capacidad suficiente, pero se agradecería que sus formas fuesen más regulares.
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Bajo el reposabrazos delantero encontramos este gran cofre.
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La cámara trasera va unida con la de 360 grados; en función del acabado, es de serie u opcional (250 euros).
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El techo panorámico es practicable y muy grande, pero cuesta 1.500 euros.
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En los diésel, junto a la boca de llenado de carburante encontramos la de AdBlue. Su depósito tiene 17 litros, y da para recorrer unos 10.000 kilómetros. Se puede repostar en una gasolinera por unos 0,60 euros/litro.
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En función del acabado, las llantas pueden tener entre 17 y 19 pulgadas. Estas de la foto corresponden al acabado GT-Line, y tienen 19 pulgadas.
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En el acabado GT-Line, los logos aparecen en el portón trasero y en las aletas delanteras.
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En función del acabado, los faros pueden ser halógenos o full led; estos últimos, los únicos que hemos probado, tienen un funcionamiento excelente.
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Las dos salidas de escape son simuladas; al menos, quedan atractivas.
