Seat en el Eifel Rallye Festival 2019
El Ibiza Kit Car, con Erwin Weber como uno de sus pilotos oficiales, consiguió ganar el Mundial de Rallyes 2 Litros en los años 1996, 1997 y 1998. El Ibiza Bimotor logró dos subcampeonatos de España de Rallyes de Tierra con José María Serviá en 1986 y 1987.
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El Ibiza Kit Car contaba con un motor 2.0 atmosférica de cuatro cilindros y 16 válvulas derivado del que empleaba el Ibiza Cupra de la época. Si el de serie rendía 150 CV, el de carreras rondaba los 270 CV.
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El Ibiza Kit Car tenía tracción delantera, contaba con un diferencial autoblocante mecánico y empleaba un cambio manual secuencial de seis marchas. En tierra llevaba llantas de 15 pulgadas, mientras que en asfalto utilizaban unas de 18 pulgadas.
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El Ibiza Bimotor contaba con dos motores 1.5 atmosféricos System Porsche de 125 CV cada uno, lo que le permitía ofrecer un total de 250 CV. En una segunda evolución, el Bimitor llegó a ofrecer 280 CV.
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Como había dos motores, también había dos cajas de cambio manuales de cinco marchas y dos embragues. Sin embargo, el piloto sólo tenía una palanca de cambio y un embrague, por lo que funcionaban de forma sincronizada.
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Con esta misma unidad, Weber compitió en tres rallyes del Mundial de 1996. En Córcega acabó 7º de la categoría 2 Litros; en Argentina y en Inglaterra, consiguió dos quintos puestos.
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José María Servía obtuvo un total de cuatro victorias absolutas con el Ibiza Bimotor: Soria y Pals en 1986, Ávila en 1987 y Lloret de Mar en 1988, siempre con Luis Corominas como copiloto.
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Una de las claves de los títulos logrados por el Ibiza Kit Car estaba en su extrema robustez, pues era uno de los Kit Car más fiables. Además, era especialmente competitivo en rallyes de tierra, la superficie más habitual en el WRC.
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Weber sólo fue uno de los pilotos del Kit Car, un coche que también pilotaron Harri Rovanpera, Oriol Gómez, Chus Puras, Mía Bardolet y Bruno Thiry en el Mundial de aquellos tres años.
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El interior del Ibiza Kit Car estaba basado en el del Ibiza de calle. Se reconocen los mandos del sistema de climatización y la forma de salpicadero, pero destaca la gran palanca del cambio secuencial o el display digital que hacía las veces de instrumentación.
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El alerón trasero y las aletas ensanchadas eran dos de las cosas que más diferenciaban a los Kit Car de la época. El Ibiza Kit Car logó batir en el Mundial a los Peugeot 306 Maxi, Renault Maxi Mégane, Skoda Felicia Kit Car, Hyundai Coupé Kit Car, Ford Escort RS2000 Kit Car, VW Golf GTI Kit Car…
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Además del Bimotor de Serviá, hubo otra unidad que pilotó Antonio Rius en 1987 y con el que terminó segundo en dos rallyes del Campeonato de España de Tierra: Soria y Ávila.
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El Ibiza Bimotor tenía tracción total, pues uno de los motores accionaba las ruedas delanteras y el otro, las traseras. De hecho, uno de los motores iba colocado delante y el otro, detrás.
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El interior del Bimotor es muy espartano. Llama la atención de que muchos indicadores están duplicados, pues hay dos motores, así que hay dos cuentarrevoluciones, dos indicadores de temperatura y presión de aceite…
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En este tipo de eventos, no se compite. Es una simple exhibición, y la firma de autógrafos y la cercanía con los pilotos es parte de su encanto.
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Tanto Servía como Weber terminaron encantados de recordar viejos tiempos. Weber afirmó que, tras este evento, había rejuvenecido 30 años.