Prueba Toyota Land Cruiser 155 D-4D
Prueba Toyota Land Cruiser 155 D-4D
Prueba Toyota Land Cruiser 155 D-4D
Prueba Toyota Land Cruiser 155 D-4D
Prueba Toyota Land Cruiser 155 D-4D
Prueba Toyota Land Cruiser 155 D-4D
Prueba Toyota Land Cruiser 155 D-4D
Prueba Toyota Land Cruiser 155 D-4D
Prueba Toyota Land Cruiser 155 D-4D
Prueba Toyota Land Cruiser 155 D-4D
Prueba Toyota Land Cruiser 155 D-4D
Acostumbrados a las superficies táctiles, los selectores del cambio sin palanca y las instrumentaciones digitales, el Land Cruiser puede parecer desfasado, pero a nosotros, en general, nos parece práctico, fácil de utilizar, fiable y ergonómico.
Prueba Toyota Land Cruiser 155 D-4D
Prueba Toyota Land Cruiser 155 D-4D
Las plazas traseras son suficientemente cómodas, pero para acceder a ellas hay que estar ágil.
Prueba Toyota Land Cruiser 155 D-4D
El maletero cuenta con una buena capacidad.
Prueba Toyota Land Cruiser 155 D-4D
En el portón hay sitio para guardar los triángulos y la herramienta necesaria para cambiar la rueda.
Prueba Toyota Land Cruiser 155 D-4D
Ojo con la toma de corriente de 220 V: su potencia máxima es muy baja.
Prueba Toyota Land Cruiser 155 D-4D
No busques el pulsador del bloqueo del diferencial trasero.
Prueba Toyota Land Cruiser 155 D-4D
Hay muchos mandos agrupados en una zona de baja visibilidad, a la altura de la rodilla izquierda.
Prueba Toyota Land Cruiser 155 D-4D
Tampoco hay interfaz de escenarios todoterreno, suspensiones de dureza variable, estabilizadoras activas, muelles neumáticos, diferencial autoblocante, faros LED ni equipo de audio premium JBL.
Prueba Toyota Land Cruiser 155 D-4D
Nos encanta contar con el asidero en el pilar A, incluso en la puerta del conductor. Resulta muy práctico para ayudarte a subir y bajar del vehículo sin mancharte los pantalones con el estribo lateral, y en el caso del acompañante también es útil cuando circulamos por pistas rotas o trialeras.