Decálogo buenas costumbres

El camper va de libertad, de estar en contacto con la naturaleza, pero por eso mismo, también de respeto. Se trata de una nueva forma de ocio que es también una forma de vida, y por eso mismo, requiere de reglas y normas que podamos cumplir para estar todos en buena compañía. Lo básico suele ser lo más sencillo… y desde Aseicar nos aconsejan unas ideas a tener muy en cuenta.

1. La primera norma sería, por tanto, respetar la naturaleza de la que estamos disfrutando. Dormir y vivir en el estacionamiento requiere respetar el entorno y dejar todo exactamente como lo encontramos. Incluso un poco mejor.

2. Como extensión de lo anterior, jamás vaciar las aguas grises y negras del vehículo salvo en los lugares preparados para ello, con desagües específicos. No sólo es un motivo de serias multas, también es un tema de sentido común.

3. Respetar a los demás caravanistas que pernoctan a nuestro alrededor evitando ruidos o escándalos innecesarios. Nuestro vehículo es nuestra casa y los demás tienen la misma sensibilidad.
4. Allí donde fueres, haz lo que vieres. Respetar las reglas de cada localidad en cuanto a pernocta y aparcamiento, procurando de paso no obstaculizar la vida cotidiana de sus habitantes. Si optamos por un camping, debemos respetar las normas de dicho establecimiento.

5. Utilizar preferentemente áreas de autocaravanas o zonas habilitadas para ello, o bien en calles amplias donde resulte cómodo para todos. Cada Comunidad Autónoma tiene su propia legislación. El sentido común no está de más.

6. También es importante saber cómo aparcar: hay que poner calzos si hay pendiente, no ocupar más espacio que el vehículo cerrado sin invadir el espacio exterior con toldos o mesas, y en general acatar lo que dispone el documento interno del Ministerio de Interior 08/v-74 para estos menesteres.

7. Una vez en marcha, es de cajón respetar las normas de circulación, los límites de velocidad y adelantamiento… Hay que conocer también la legislación específica para nuestro tipo de vehículo, que no puede superar los 90 kilómetros por hora en carreteras convencionales, los 100 en autovía y autopista, y los 80 fuera del casco urbano. Por lo general a más velocidad, más consumo y más contaminación.
8. Privilegiar el comercio local siempre que fuera posible. Ser autocaravanista va también de impulsar formas alternativas de ocio y turismo, de potenciar las regiones que nos acogen, por lo que dejar nuestro dinero allí donde vamos es siempre una buena opción. También sirve para cambiar la imagen de algunos usuarios que parecen solo pensar en el ahorro.
9. Evitar los agrupamientos siempre que fuera posible. Una de nuestras misiones es, siempre, crear buena imagen para el autocaravanista y el ocio camper, al fin y al cabo un estilo de vida alternativo que todavía puede no ser visto con los mejores ojos por algunos.

10. Si dejamos un lugar un poco mejor que cuando llegamos, hemos realizado una estancia perfecta. Respetar y disfrutar, dos conceptos que pueden ir perfectamente de la mano.