Gasolina de 100 octanos: todo lo que debes saber

Desde hace poco tiempo es posible repostar gasolina de 100 octanos en algunas gasolineras, pero... ¿realmente merece la pena?


La constante evolución del mundo del motor y las normas anticontaminación cada vez más restrictivas, propician la llegada al mercado de nuevos combustibles, más competitivos, y algo más respetuosos con el medio ambiente.

No hay que olvidar que todos los combustibles son contaminantes, pero las marcas se encargan de introducir aditivos para que los efectos nocivos para el medio ambiente y la salud sean menores y los motores funcionen cada vez mejor, sacándole el máximo rendimiento.

El ejemplo perfecto son las gasolinas, que se identifican y clasifican por el número de octanos, siendo éste el indicador de capacidad antidetonante que poseen.

Hace muchas décadas, la gasolina de 84 octanos se utilizaba para motores de baja relación de compresión y las gasolinas con más octanos (90 en adelante), para motores con una relación de compresión más alta, pudiendo sacar algún caballo más, mientras que, en la actualidad, la gasolina de 100 octanos ya es una realidad. Ya han pasado muchos años y esta progresión ha ido adaptándose a los nuevos motores que han ido saliendo al mercado.

Para lograr entender que son los octanos de la gasolina, comenzaremos explicándolo de una manera simplificada. Cuantos más octanos tenga, más puede ser comprimida hasta su detonación o explosión y, cuando esto ocurre, esa energía de detonación es la que genera el par motor que provoca el desplazamiento del vehículo. Por lo tanto, cuanto mayor sea el número de octanos, más capacidad de compresión tiene la gasolina.

Debido a esto, hay que decir que todos los vehículos que utilizan gasolinas comerciales para su combustión, pueden utilizar gasolina de 100 octanos. La gasolina de 98 es recomendada para motores de mayor relación de compresión, en los que la gasolina de 95 octanos podría provocar una detonación antes de tiempo, siendo perjudicial y suponiendo una pérdida de dinero al no ser aprovechada al 100%.

Gasolina de 100 octanos

Cuando hablamos de gasolina de 100 octanos, tenemos que trasladarnos a la alta competición, ya que es aquí donde se utilizan este tipo de combustibles, necesario para el correcto funcionamiento de los motores de alta relación de compresión que incorporan, tanto las motos como los coches. Este tipo de motores, sí utilizan dicho combustible, debido a que la relación de compresión (diferencia de volumen entre la mezcla de aire-combustible aspirada y la mezcla comprimida en el cilindro) es muy alta.

Cuanto mayor sea la relación de compresión de un motor, mayor será la presión a la que el combustible se somete. Esa alta presión va a generar mayor temperatura, provocando que la explosión sea más limpia, por lo que una gasolina de 100 octanos sí va a hacer que el rendimiento de ese motor sea el máximo, dentro de su límite por supuesto. En este escenario sí que podemos decir que se le saca el máximo rendimiento a este tipo de combustible.

Si un vehículo desarrolla, por poner un ejemplo 300 CV, no por echarle gasolina de 100 octanos va a desarrollar más. Si queremos que ese rendimiento se obtenga en un motor convencional, se deberá realizar una modificación íntegra (preparar el motor para conseguir que funcione con una relación de compresión alta o muy alta), con el consiguiente gasto económico que ello supondría. De modo que, en vehículos normales, no consigue mejorar el rendimiento.

Por otro lado, este tipo de gasolina de 100 octanos sí que sería de utilidad para sacar el máximo rendimiento a las mecánicas de vehículos superdeportivos como Ferrari, Porsche, Maserati, Lamborghini, etc., cuyos sus motores sí que funcionan con una alta relación de compresión.