Y todo, lejos de unas cifras de electrificación que no terminan de llegar y donde se pide a la Administración apoyo de verdad para no quedarnos descolgados de futuros planes industriales.
Aunque este incremento de ventas pueda parecer alentador porcentualmente frente al mercado 2022, ANFAC enfatiza la necesidad de medidas estructurales para garantizar un mercado consolidado que supere el millón de unidades en 2024, primero, y estar en el umbral prepandemia de 1,2 millones en 2025.
Solo con un mercado fuerte, los cuarteles generales de las marcas podrán ser sensibles a pensar en nuestro país para futuros proyectos. Y dentro de estos futuros proyectos hay que pensar obligatoriamente en vehículos electrificados.
El recién ratificado como presidente de ANFAC por dos años más, Wayne Griffiths, califica la electrificación como la asignatura pendiente de España y aboga por medidas de choque y una nueva legislatura que estimule la demanda de vehículos electrificados. Griffiths no duda en señalar que «lo que no se haga en los próximos dos años llegará tarde», pidiendo ya al nuevo Gobierno medidas tangibles en el primer trimestre de 2024 para que el mercado y el consumidor reaccionen.

Balance 2023 Anfac: producción de vehículos
Industrialmente el año 2023 ha sido mejor que a nivel mercado según ANFAC, con una estimación de más de 2,4 millones de unidades producidas, y consolidando la posición de nuestro país como el segundo mayor productor en Europa y recuperando el octavo lugar a nivel mundial.
Pero no hay que dormirse ante la pujanza china y norteamericana y ANFAC también aboga por una nueva política industrial que refuerce la posición de España con nuevos Programas Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) y el desarrollo de factores competitivos, como la circularidad en la industria y el aprovechamiento de la ventaja que podemos tener en energías renovables si las combinamos con buen precio.
Finalmente, el director general de ANFAC, José López-Tafall, ha incidido en la importancia de avanzar en la descarbonización del transporte terrestre porque “el 92% de las mercancías se mueven en nuestro país en camión”.
Y aunque los fabricantes están incorporando vehículos electrificados y de bajas emisiones, en nuestro país sigue sin haber infraestructura pública de recarga de alta potencia para agilizar trayectos. Es necesario que las flotas se vayan renovando pero aparte de la necesidad de infraestructuras, matiza López-Tafall, “es prioritario incentivar a través de la fiscalidad a las empresas del sector del transporte para que renueven sus flotas y puedan cumplir con las exigencias marcadas por Europa”.
