Ya a la venta desde 48.400 euros

Nuevo Infiniti Q60: Primera prueba

Eduardo Alonso
Eduardo Alonso
Infiniti está en plena época de crecimiento y comienza a posicionarse en Europa como una alternativa muy seria a los fabricantes premium alemanes. Su último producto es el coupé Infiniti Q60, que llega asociado a dos mecánicas de gasolina de 211 CV y 405 CV. ¿Qué tal va?


La primera impresión al visualizar el nuevo Infiniti Q60 es su belleza. Puede sonar banal, pero las curvas de su carrocería, inspirada en el Q60 Concept de 2015 y en el Q80 Inspiration de 2014 (sobre todo, es especialmente parecido al primero), le dotan de un aspecto sensacional. Mide 4,69 metros de largo, tiene dos puertas y no está prevista una variante descapotable, como sí sucedía con el anterior modelo. Sin embargo, su diseño y los acabados de su interior son bastante mejores que en su predecesor y van más acorde al gusto europeo, aunque sin abandonar sus orígenes asiáticos. Y resulta especialmente destacable el buen espacio para las piernas existente en las plazas traseras (resultado de la generosa batalla de 2,85 metros), si bien la altura disponible sí es mejorable. Su maletero se sitúa en la media, con 342 litros de capacidad. La preciosa carrocería dispone de dos tonos base (negro y blanco) y otros ocho colores metalizados, despuntando este llamativo rojo carmín. Las llantas de serie son de 19″ y, en el interior, se podrá elegir entre tres tipos de guarnecidos y otras tres clases de tapicería.

En lo que respecta a la parte mecánica, también es un automóvil más global que su predecesor, pues el bloque 3.7 V6 de 320 CV, única opción mecánica hasta ahora, deja su sitio a un propulsor 2.0 turbo de 211 CV como acceso a la gama, y a un 3.0 V6 biturbo de 405 CV. Problemas logísticos derivados de la huelga de estibadores nos impidieron probar toda la gama, si bien sí condujimos la variante más básica, correspondiente al Q60 2.0t Premium, que se vende desde 48.400 euros, es decir, unos 5.000 euros menos que el antiguo Q60 V6. Este Q60 2.0t emplea el propulsor M274 de origen Mercedes que ya hemos visto en otros modelos, como el Mercedes Clase A. Va asociado a un cambio automático de convertidor de par y siete velocidades (al igual que el 3.0), tiene tracción al eje trasero y acelera de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos. Respecto al consumo, se conforma con unos razonables 6,8 l/100 km.

Inifiti Q 60 trasera

La postura de conducción es excelente, aunque el volante resulta un poco más grande de la cuenta tratándose de un deportivo. En marcha, las prestaciones del motor son consecuentes con la potencia declarada. El vehículo gana velocidad con facilidad, aunque para disponer de unas prestaciones conmovedoras habrá que esperar a la variante 3.0 biturbo de 405 CV, que acelera de 0 a 100 km/h en 5,0 segundos. Este ´pequeño´ 2.0 turbo es menos poderoso, aunque también más utilizable y frugal. En ningún caso es lento, pero sí le influye que el habitáculo es tan refinado y está tan bien aislado, que las sensaciones que percibes no son parejas a la velocidad que realmente llevas. A esto, con toda seguridad, también afecta el sonido de escape, que resulta tenue y no demasiado estimulante siendo un deportivo.

Infiniti Q60En autopista, el Q60 es especialmente confortable y silencioso para tratarse de un vehículo de este tipo. En zonas de curvas, no recibes demasiada retroalimentación a través de la dirección, pero el coche cambia de trayectoria con gran facilidad y sin apenas cabeceo en la carrocería, e imprime al instante las órdenes que le mandas desde el volante. Esto es especialmente reseñable teniendo en cuenta que el Q60 no es un coche ligero, pues en esta versión de acceso registra 1.647 kg sobre la báscula. Un consejo importante para disfrutar de este coche en una carretera como esta es desconectar el control de tracción y estabilidad, pues es bastante intrusivo y, cuando actúa, lo hace con tanta vehemencia que resulta algo frustrante. Y esto puede hacerse con seguridad, ya que el posible deslizamiento del tren trasero es francamente intuitivo y puede corregirse con facilidad, sin titubeos ni recelos por parte del chasis. En cuanto a la caja de cambio, destaca por su suavidad de funcionamiento, si bien no brilla por rapidez ni por instantaneidad a la hora de enviar el par a las ruedas traseras. Posiblemente, una transmisión de doble embrague solucionaría esto, pero de momento, el Q60 sólo dispondrá de esta caja de cambio de convertidor de par. No obstante, es agradable y nada brusca.

Tendremos que esperar unas semanas para probar el prometedor Q60 3.0 biturbo, que además de un espectacular motor, tiene suspensión adaptativa, dirección eléctrica by wire, un modo de conducción Sport+ (que se suma a los Eco, Snow, Standard y Sport ya disponibles en el Q60 2.0t) y tracción total conectable mediante acoplamiento viscoso. Pero esta primera toma de contacto con el Q60 2.0t nos ha servido para confirmar que el Q60 es muy buen coupé Premium y que, sin duda, puede ser una molesta alternativa a los Audi A5, BMW Serie 4 y, sobre todo, Mercedes Clase C Coupé. Se vende por 48.400 euros asociado a este acabado Premium, si bien puedes escoger la terminación Sport (con levas en el volante, dirección adaptativa, control de mantenimiento de carril, frenos deportivos, acabados de fibra de carbono en el interior, pedales de aluminio€) por sólo 2.400 euros más, una cifra muy atractiva en relación al equipamiento de serie que aporta. Respecto al Q60 3.0 biturbo, que sólo se ofrece con acabado Sport, su precio de partida es de 66.700 euros. No obstante, como oferta de lanzamiento, Infiniti dispone de una oferta de financiación por la que este Q60 2.0t Premium puede ser tuyo por 43.995 euros.

Infiniti Q60 interior

 

Infiniti Q60