El 38% no se reinvierten en infraestructuras viales

¿A dónde van los impuestos de los conductores?

Victor Delgado
Victor Delgado
Una investigación elaborada por la FIA, de la que es miembro el RACE, revela que el 38% de ellos no se reinvierten en infraestructuras viales.


Ante la reciente consideración de la Comisión Europea de autorizar un nuevo cobro a los automovilistas del viejo continente, la FIA y los clubes miembros como el RACE han querido comprobar mediante una investigación cuál es el coste de varias redes de carreteras europeas. ¿El resultado? La contribución de los conductores a las arcas de los presupuestos públicos va mucho más allá de los ingresos necesarios para cubrir los costes de mantenimiento, reparación, renovación y mejora de las carreteras de Europa.

De hecho, tan solo en 2013 se recaudaron 286.300 millones de euros, de los que 178.400 se reinvirtieron en la red viaria. Y es que entre 1995 y 2013 los gobiernos europeos han ido reduciendo paulatinamente el gasto en este sentido, mientras que los costes de mantenimiento son cada vez más altos. De esta manera, la brecha entre los ingresos procedentes de los conductores y el gasto público en infraestructuras viales aumenta año tras año.

Los impuestos que los propietarios europeos de coches tienen que afrontar empiezan por el de matriculación -al comprar un vehículo nuevo y cuya recaudación fue de 10.900 millones de euros en 2013- y continúan por el anual que deben abonar por la propiedad del automóvil -31.400 millones de euros en 2013-. Además, dependiendo del país, los usuarios pueden pagar más o menos peajes -13.500 millones de euros en 2013-. Así las cosas, actualmente existe un superávit económico procedente de los impuestos, por lo que los dirigentes deberían financiar de ahí los gastos relacionados con la red de carreteras en vez de crear nuevos impuestos.

¿Y qué pasa en España?

Por último, en España ocurre exactamente lo mismo. Según los datos del estudio elaborado por la FIA, los turismos cubren con creces los costes de su movilidad, superando incluso el 150%. Más sangrante es el caso de las motocicletas, las cuales pagan tres veces más comparado con lo que reciben en inversión en infraestructuras.