En un intento por reflotar la marca

Lancia moderniza el Ypsilon

Victor Delgado
Victor Delgado
Lancia no se rinde y está dispuesta a luchar por su permanencia en el mercado con un lavado de cara para su utilitario Ypsilon.


El fabricante italiano Lancia no está pasando los últimos años por una situación especialmente boyante. De hecho, si no fuera por su pertenencia al Grupo Fiat y por Jeep, que está ejerciendo de salvavidas con su SUV pequeño, el Renegade, es posible que Lancia hubiera desaparecido hace tiempo.
Sin embargo, y a pesar de los últimos sin sabores, no se cansa de luchar, y muestra de ello es la renovación de su modelo utilitario, el Ypsilon, al que el mercado no ha castigado tan duramente como sus compañeros de gama y que ha dejado solamente a ésta con el Voyager y el mismo Ypsilon.
Construido sobre la plataforma del Fiat 500, añade nueva instrumentación y más espacio en el túnel central y en la guantera, así como más opciones de tapizado y colores. El equipamiento integra ahora una pantalla táctil Uconnect de 5 pulgadas para los acabados Gold y Platinum. Por su parte, el exterior se diferencia de su antecesor con un rediseño de sus paragolpes, la adición de diversos cromados y una calandra más pequeña.
En lo que se refiere a motores, la oferta de este pequeño –que se ofrece solamente en versión de 5 puertas- de solo 3,84 metros de largo se compone de una única variante diésel –un 1.3 Multijet de 95 CV– y dos de gasolina –un 1.2 atmosférico de 69 CV y un 0.9 TwinAir Turbo de 85 CV-.

 

Lancia Ypsilon