La primera generación del Land Rover Discovery nace en 1989 como un modelo de tres puertas y batalla media, y al año siguiente aparecerá la versión de cinco puertas y corte familiar. En la actualidad se comercializa la quinta generación (si bien, técnicamente, se trata de una tercera generación, ya que la segunda y la cuarta repetían chasis), nacida en 2017 y actualizada en 2021.
Se trata de un gran todoterreno de carrocería autoportante construida fundamentalmente en aluminio que mide 4,95 metros de longitud, dos metros de anchura (con los espejos retrovisores abatidos) y 1,89 metros de altura. Puede disponer de dos o tres filas de asientos y cinco o siete plazas; la tercera fila de asientos es, de hecho, bastante más confortable y espaciosa de lo habitual.
La actual gama mecánica se compone de dos motores turbodiésel (D250 y D300), que entregan 249 y 300 CV, respectivamente, así como un único motor de gasolina (P360), que ofrece 360 CV. En todos los casos se trata de propulsores con hibridación ligera, montados en posición longitudinal y asociados a una caja de cambios automática de ocho velocidades.
Los acabados disponibles son S, R-Dynamic S, SE, R-Dynamic SE, R-Dynamic HSE y la serie especial Metropolitan Edition. A pesar de que varios de ellos llevan el apellido R-Dynamic, el Land Rover Discovery no es en ningún caso un vehículo que invite a conducir a ritmo alegre. Sí es un amplio y bien rematado vehículo familiar a la vez que un buen todoterreno que, apesar de sus dimensiones y peso, ofrece fantásticas capacidades fuera del asfalto.
