Land Rover-Santana 88: el jienense inmortal

Los Land Rover españoles pueden resultar tan inmortales como los británicos, como demuestra la preapración de este "88" cuarentón.
Para algunos fanáticos de la marca, los Land Rover fabricados en España (y en Casablanca, Marruecos) por Metalúrgica de Santa Ana resultan incluso más atractivos que sus coetáneos británicos. En cualquier caso, son parte de la historia de la automoción en España, y pueden ser tan «inmortales» como los británicos.
Land Rover Santana 88
Precio estimado V.O.: 5.000 €
Precio preparación: 11.820 €
Fabricados bajo licencia con la marca Santana (o, más bien, Land Rover – Santana), los Land Rover españoles cesaron su evolución mucho antes que sus primos de Solihull, por lo que si te encaprichas de un Santana tienes que resignarte con unas ballestas «de piedra», una durísima y lenta dirección y unos frenos de tambor con tacto de madera…¿O no?
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Efectivamente, eso es lo que pensaron unos inconformistas y acérrimos seguidores de la marca de Linares cuando cayó en sus manos un Defender 90 200 Tdi siniestrado que les habían ofrecido a buen precio. Ni cortos, ni perezosos, se liaron la manta a la cabeza para transferir toda la mecánica, transmisión, suspensiones, dirección y ejes del vehículo británico al venerable jienense.
Pero llevar a la práctica esta brillante idea que se resume en una línea no resulta tarea fácil. Además de ilusión y ganas sin límite, exige amplios conocimientos de mecánica, herramientas y útiles adecuados e ingentes horas de trabajo.
Gracias a esta poco habitual pirueta del destino, el desvencijado Santana 88 que hoy te mostramos en estas páginas y que fue matriculado nuevo en un lejano mayo de 1978 recibió una segunda oportunidad. ¡Y no la iba a desaprovechar!
Manos a la obra
Alojar el nuevo grupo moto-propulsor, mucho más voluminoso y pesado que el original, exigió cortar y modificar chapa, amén de fabricar soportes para el chasis a medida. De igual modo fue necesario adaptar los árboles de transmisión para dar con su medida exacta.
Los ejes aumentan notablemente las vías (16 centímetros), que incrementan de forma destacable la exigua estabilidad, pero requieren abrir los pasos de rueda, además de los inevitables aletines para cubrir los neumáticos. El guiado de los ejes se confía a los elementos originales del Defender, con brazos longitudinales en ambos ejes, barra Panhard (eje delantero) y el típico brazo superior en forma de A, con rótula para el guiado transversal del eje trasero.
Pero para el anclaje de los ejes y de los nuevos muelles de suspensión al bastidor original del Santana, es necesario ubicar nuevos soportes, lo que exigen un experto trabajo de soldadura en el ligero bastidor del Santana, construido con chapa de acero muy fina. El bastidor es la única pieza que hay que conservar sin cambios, porque con su número grabado (y anotado en la ficha técnica) otorga la personalidad y trazabilidad documental al vehículo. Administrativamente, el chasis es, en esencia, lo que define al vehículo, y todo lo demás son componentes montados sobre él.
La estructura de la cabina de pasajeros, atornillada al bastidor, se mantiene original, aunque se han sustituido las puertas por las del Defender, al objeto de mejorar la comodidad de acceso y disponer de ventanillas practicables mediante manivela. Finalizados los trabajos mecánicos, el Santana se ha rematado con un acertado tono de pintura, con refuerzos de aluminio dameado en puertas y parte superior de guardabarros que otorgan a este Santana una atractiva estampa aventurera.
A bordo del 88
Encaramarse a un Santana resulta siempre un momento especial, no solamente por el respeto que merece un automóvil con más de cuarenta años a cuestas, sino porque, de alguna manera, tienes a tu disposición una parte importante de la historia automotriz de nuestro país.
Los asientos del Defender, con respaldo alto y apoyacabezas, le sientan como anillo al dedo y aportan una importante mejora en la ergonomía del puesto del conductor. Debajo del asiento del conductor se dispone de una práctica caja de herramientas, que en los tiempos de su diseño resultaban de obligado uso para realizar sobre la marcha pequeñas tareas de mantenimiento, ajuste y conservación. Por puras razones sentimentales, se ha mantenido el enorme volante original, aunque decorado en su parte central por una pieza de cuero repujado, con el escudo de la marca, fabricada a mano por su propietario.
También se conserva el típico salpicadero original, que ofrece teclas y palancas desperdigadas por todo el entorno, poco intuitivas de manejo y que exigen práctica y costumbre para su fácil manejo.
El propulsor turbodiésel cobra vida al primer intento y deja bien claro que es protagonista absoluto de la marcha, con un nivel de ruido elevadísimo que hace difícil mantener una conversación a bordo. El nuevo cambio de cinco marchas, con la primera hacia adelante, ofrece excelente tacto de manejo; nada que ver con el durísimo cambio original de cuatro marchas y palanca con largo e impreciso recorrido del Santana.
A pesar del notabilísimo incremento de la tara (más de un cuarto de tonelada), la respuesta del motor es inmediata y muy viva, cortesía de los cortos desarrollos de transmisión, lo que le convierte en un vehículo ágil y ratonero en conducción urbana.
Aparcar es ahora tarea sencilla gracias a la dirección asistida, aunque la visibilidad hacia atrás resulta escasa. En carretera la estabilidad es correcta, con vías mucho más anchas y nueva suspensión más firme y mejor amortiguada, aunque los ruidos de la mecánica y del viento resultan omnipresentes y condicionan notablemente la comodidad de la marcha.
La velocidad máxima supera con facilidad los 130 km/h, una cifra astronómica e inalcanzable para el Santana original. Afortunadamente los nuevos ejes han traído de propina modernos discos de freno delanteros y servoasistencia en el pedal, lo que también eleva la potencia y tacto del sistema de frenada a unas cotas desconocidas para los vehículos fabricados en Linares (Jaén).
Fuera de carretera
Pero un Land Rover es sinónimo de montaña y caminos, y allí lo hemos llevado tan pronto como hemos podido. La comodidad de la suspensión por muelles está muy por encima de la que ofrecen las durísimas ballestas originales, y además permite copiar con más fidelidad los baches para mejorar la estabilidad de marcha.
Con su compacto tamaño, este Santana se mueve con agilidad por caminos estrechos y ratoneros, y sufre más en las zonas rápidas, aunque la tracción total permanente ofrece siempre un plus adicional de seguridad. Por razones de facilidad de acoplamiento de los ejes tirantes de la suspensión original del Defender, se ha mantenido la batalla original del Santana, pero alargar la batalla hasta los 2.540 mm (las famosas 100 pulgadas), le hubiera venido como anillo al dedo para ofrecer otro importante paso adelante en estabilidad longitudinal.
Engranar la reductora exige únicamente maniobrar con una palanca, de tacto más suave y corto que las dos palancas anteriores (una para la reductora y otra para la tracción delantera). Sin bloqueos de diferencial, pero con buenos neumáticos, inmejorables ángulos de carrocería, flexibles suspensiones y, ahora, un motor pletórico de respuesta, este Santana es un coloso en las trialeras y se atreve con todo tipo de zanjas, trochas y caminos complicados; todo ello con esa facilidad y desparpajo que ofrece un auténtico Land Rover.
En nuestro viaje de regreso, su satisfecho propietario nos desgranaba los detalles de la preparación, subrayando el importante apoyo recibido de los miembros del Club Land Rover TT España. Este grupo de entusiastas mantiene viva la llama de la marca, comparte sus creaciones y convoca reuniones periódicas para disfrutar de su afición en sana camaradería. El propietario de este Land Rover «asarvajao» invita desde estas líneas a inscribirse en el club a todo aquel que comparta la pasión por los Land Rover en general y por los Santana en particular.
EL CREADOR
Jesús Herranz
Robledo de Chavela (Madrid).
Residente en San Lorenzo de El Escorial (Madrid). Jardinero.
«Herranz 88» entre los aficionados del Club Land Rover.
¿Cómo te enganchaste al 4×4?
Desde muy pequeño escuchaba a mi padre hablar de las rutas todoterreno que hacía y de sus anécdotas y aventuras.
¿Por qué elegiste el Santana?
Mi padre tuvo varios, y yo aprendí a conducir con uno de ellos. Era inevitable que acabara enamorándome del Santana.
¿Por qué esta preparación?
Para mejorar sus aptitudes todoterreno. Me gusta la idea de actualizar un todoterreno clásico y hacerlo más utilizable para el día a día.
¿Qué es lo que más te gusta del coche?
Su estilo. Parece un coche clásico y «viejo»€ pero luego sorprende.
¿Qué es lo que menos te gusta del coche?
El Santana es muy ruidoso y resulta difícil mantener una conversación dentro del habitáculo.
¿Qué es lo próximo a mejorar?
Quiero trabajar en la insonorización. Después, instalar un buen cabrestante y quizás una jaula antivuelco.
Precios de la preparación
MOTOR Y CAMBIO | |
Motor y cambio de Land Rover Defender 200 TDI (usados) | 3.500 € |
Revisión de inyectores | 150 € |
Repaso completo del motor | 690 € |
Toma elevada de admisión | 180 € |
TRANSMISIÓN | |
Ejes completos con tirantes Land Rover Defender TDI | 1.500 € |
Piezas revisión de transmisión delantera y trasera | 200 € |
FRENOS | |
Latiguillos de freno | 60 € |
DIRECCIÓN | |
Barras de dirección y conjunto de dirección | |
asistida Defender TDI | 850 € |
Sustitución de rótulas | 200€ |
SUSPENSIÓN | |
Amortiguadores delanteros | 180 € |
Amortiguadores traseros | 180 € |
Cuatro muelles helicoidales Terrafirma | 350 € |
NEUMÁTICOS Y LLANTAS | |
Cuatro neumáticos Goodyear Wrangler MT 235/85-16 120/116S | 700 € |
Cuatro llantas acero negro 6,5 x16″ | 200 € |
NAVEGACIÓN/ELECTRÓNICA/SISTEMA ELÉCTRICO | |
Batería 12 V 75 Ah. | 280 € |
CARROCERÍA | |
Pintura y arreglo de chapa | 800 € |
Aletines laterales | 150 € |
Chapa dameada de aluminio para capó y lateral carrocería | 250 € |
INTERIOR | |
Asientos delanteros Defender | 350 € |
VARIOS | |
Mano de obra | Incalculable |
Gastos de homologación, ensayos e ITV. | 1.850 € |
Ficha técnica Land Rover Santana 88 «Herranz»
Motor
- Marca: Rover
- Tipo: 2.5 TDI (serie: tipo 2)
- Ciclo Diésel
- Bloque y culata de fundición de hierro
- Disposición: Cuatro cilindros en línea. Ocho válvulas. Válvulas en cabeza, accionadas mediante varillas por un árbol de levas lateral. Cadena de distribución
- Diámetro x carrera: 90,47 x 97 mm (serie: 90,47 x 88,9 mm)
- Alimentación: Inyección directa con bomba mecánica. Turbocompresor (serie: inyección indirecta, atmosférico)
- Cilindrada: 2.495 cm3 (serie: 2.286 cm3)
- Potencia máxima: 112 CV @ 4.000 r.p.m. (serie: 61,2 CV)
- Par máximo: 264,87 Nm @ 1.800 r.p.m. (serie: 139 Nm a 1.800 r.p.m.)
TRANSMISIÓN
- Embrague: Monodisco, en seco
- Caja de cambios: Manual, 5 velocidades hacia adelante y marcha atrás (serie: cuatro velocidades hacia adelante)
- Tránsfer: LT230 T. Dos velocidades; reductora 3,320:1 (serie: reductora 2,35:1)
TRACCIÓN
- Permanente a las cuatro ruedas (serie: tracción trasera con eje delantero conectable manualmente mediante palanca)
- Diferencial central bloqueable en cortas y largas (serie: sin diferencial central)
SUSPENSIONES
- Delante: Eje rígido, guiado por dos tirantes longitudinales y barra Panhard transversal. Muelles helicoidales y amortiguadores de gas (serie: ballestas semielípticas y amortiguadores hidráulicos)
- Detrás: Eje rígido, guiado por dos tirantes longitudinales y brazo superior en A. Muelles helicoidales y amortiguadores de gas (serie: ballestas semielípticas y amortiguadores hidráulicos)
DIRECCIÓN
- Asistida, con caja de recirculación de bolas (serie: mecánica, de tornillo sin fin)
- Vueltas de volante: 4,5 entre topes
- Diámetro de volante: 400 mm
FRENOS
- Discos macizos delante y tambores hidráulicos detrás. Servofreno de vacío (serie: tambor en las cuatro ruedas Ø279 mm, con accionamiento hidráulico, sin asistencia)
- Freno de mano: mecánico, a la transmisión trasera
RUEDAS
- Llantas: 7 x 16″ (serie: 5 x 16″)
- Neumáticos: 235/85-16″ 114/111Q (POR), sin cámara (serie: 6 x 16″, con cámara)
BASTIDOR
- Largueros y travesaños en escalera
- Carrocería: Independiente, en chapa de aluminio
DIMENSIONES
- Longitud: 3.710 mm (serie: 3.752 mm)
- Batalla: 2.235 mm
- Altura: 2.002 mm (serie: 1.864 mm)
- Anchura: 1.796 mm (serie: 1.676 mm)
- Vías delantera / trasera: 1.475 / 1.475 mm (serie: 1.310/ 1.310 mm)
- Masa en orden de marcha: 1.805 kg (serie: 1.565 kg)
- Capacidad depósito combustible: 75 litros (serie: 45 litros)
- Plazas de asiento: tres (serie: siete)