Las fotos dejan "suficientes dudas"

Anulada la multa impuesta con la cámara de un semáforo en Madrid

Autofacil
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Si hace unos días nos hacíamos eco de la anulación de la multa de un radar de tramo, ahora la justicia ha invalidado la sanción impuesta a un conductor por el Ayuntamiento de Madrid, después de que éste presuntamente se saltara un semáforo en ámbar, ya que el sistema de foto-rojo utlizado deja "suficientes dudas", según la sentencia.


En las fotografías realizadas el vehículo se encuentra en unas posiciones anterior y posterior al semáforo que dejan dudas acerca del color del semáforo de la C/Islas Filipinas nº 18 en el momento exacto en el que pasó por él. El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº 34 de Madrid considera igualmente que hay que «la distancia que existe en la parte inferior de la luz encendida y hasta la superior del dispositivo destinado a regular el tránsito de los peatones, no parece ser suficiente para albergar los espacios correspondientes a la luz ámbar y verde, como habría debido ser en el caso de que el semáforo estuviese ciertamente en fase roja». La sentencia añade que » la luz que ilumina la orden para los peatones parecer ser la roja de prohibición, lo que resultaría incompatible, en principio, con el semáforo en fase roja para los vehículos», y que «la denuncia se cursó por un agente cuya observación directa de la infracción no consta, sino a partir de las repetidas fotografías». Además, el juzgado pidió las certificaciones y verificaciones técnicas del sistema de foto-rojo instalado en el semáforo, así como la comprobación de la sincronía del aparato con las fases semafóricas, algo que el Ayuntamiento de Madrid se negó a facilitar.

Ante el resultado de este caso, Automovilistas Europeos Asociados (AEA), que se personaba como parte denunciante, ha instado al Ayuntamiento de Madrid a que «revise los más de 200.000 expedientes sancionadores incoados en los últimos dos años en base a un sistema que ofrece serias dudas sobre su correcto funcionamiento», según su presidente, Mario Arnaldo. AEA lleva desde marzo de 2010 pidiendo que se revise el sistema, porque «el conductor necesita un tiempo mínimo de reacción desde que ve la luz en ámbar hasta que toma la decisión de frenar. Además, cualquier vehículo que circule a 50 km/h necesita 28 metros para frenar. Es necesario subsanar esta situación porque afecta a la seguridad vial de los conductores y de los peatones». Arnaldo estima que los sistemas de foto-rojo para multar en los semáforos ya han costado más de 40 millones de euros de las arcas del consistorio madrileño.

Además, el presidente de AEA ha defendido que, si a partir de ahora se va a cobrar a los ciudadanos por ejercer su derecho de defensa, la condena en costas recaiga sobre el responsable concreto de la administración y no sobre la propia institución.