¿Te vas de viaje? Esto es lo que debes revisar en tu coche
1.-Aceite del motor
Recuerda siempre revisar el aceite con el motor frío y el coche en llano, ya que de lo contrario obtendrás una lectura errónea. Extrae la varilla de medición y comprueba que el nivel de aceite está entre las dos marcas de mínimo y máximo. Si falta aceite, rellénalo con uno de la misma viscosidad que el que le pusieron al coche en la última revisión -por ejemplo, 0W40, 5W30…-.
2.- Nivel de anticongelante
Este depósito suele ser transparente para poder ver el nivel de anticongelante sin necesidad de abrirlo. Verifica que está entre los niveles de mínimo y máximo y, en caso de que no, rellénalo. ¡Ojo! Si te ves obligado a abrirlo ya sea porque no ves el nivel de llenado o porque necesitas añadir un poco, nunca lo hagas con el motor caliente, pues por la presión que contiene el líquido saldría disparado y podría quemarte.
Cómo cambiar el anticongelante de tu coche
3.- Líquido de frenos
Uno de los grandes olvidados. Este pequeño recipiente también es transparente y cuenta con marcas de medición. Es raro que tengas que rellenarlo, pero en caso de que sea necesario, hazlo siempre con el mismo líquido que lleve el coche -DOT4, DOT5…-. Lo normal es que según las pastillas se vayan desgastando, el nivel baje un poquito.
Por qué hay que cambiar el líquido de frenos
4.- Líquido limpiaparabrisas
Este depósito no suele tener marcas de medición. Lo mejor es llevarlo siempre lleno hasta arriba y no rellenarlo con agua, ya que la cal podría obstruir el sistema. Compensa llevarlo siempre lleno, pues una garrafa de 5 litros de líquido limpiaparabrisas es muy barata: unos 2,5 euros.
5.- Luces
En parado, revisa que todas las luces funcionan. Para las de freno, puedes ayudarte de una pared, colocando el coche justo delante y pisando el pedal para que las luces se reflejen en ella. Y ojo, porque además llevar una luz fundida podría ser sancionado con 200 euros.
6.- Frenos
Además de verificar el nivel del líquido como hemos comentado previamente, es bueno comprobar el desgaste de los discos y pastillas. En los coches con llantas de radios es fácil. Simplemente, observa que el disco no presenta grietas o un escalón excesivo en el borde. En cuanto a las pastillas, constata que al menos tienen 4 mm de espesor, cosa que es fácil de ver introduciendo una linterna entre los radios de la llanta (la del teléfono móvil suele servir). Son fáciles de identificar: son el elemento que, sujeto por la pinza, está en contacto con la superficie del disco de freno. Si las llantas de tu coche no te permiten visualizar los frenos, inspeccionarlos es más engorroso, pues necesitarás levantar el coche y quitar la rueda.
7.- Amortiguadores
Es más complicado verificar su estado, aunque puedes comprobar que visualmente no presenten fugas. En marcha, pasa por un badén a unos 30 km/h y, si están en buen estado, deberían completar un único juego de compresión-extensión. Si rebotan más de una vez, es el momento de ir pensando en cambiarlos.
8.- Neumáticos
Por un lado, gira las ruedas hacia un lado y comprueba visualmente que la banda de rodadura no tiene un desgaste irregular o excesivo -la mínima profundidad de surcos que deben tener es de 1,6 mm-. También verifica que los flancos de los neumáticos no presentan abombamientos, grietas o roturas. Por otro, es totalmente esencial ajustar las presiones de los neumáticos como recomiende el fabricante del vehículo. La mayoría de gasolineras disponen de un compresor de aire para tal fin. Por cierto, más allá de tu seguridad, llevar neumáticos desgastados es motivo de multa: 200 euros… por cada uno de ellos.
9.- Limpiaparabrisas
Tan baratos que, aunque en verano no los usarás mucho, no merece la pena llevarlos en mal estado, ya que una pareja cuesta entre 15 y 30 euros. Acciona el agua de los limpiaparabrisas y comprueba que estos la retiran con eficacia, es decir, sin dejar surcos o escalones.
10.- Rueda de repuesto
Esta gran olvidada puede sacarte de un apuro. Examina que su presión de inflado sea la correcta. Si, por el contrario, tu coche dispone de un kit antipinchazos, verifica que el bote de líquido no esté caducado, cosa que suele suceder tras entre 3 y 5 años desde la fecha de su fabricación.