Labores básicas de mantenimiento que evitan averías graves

Con esta tontería que cuesta 10 euros evitarás la rotura del motor de tu coche

J. Couto:
J. Couto:

Conseguir que un coche dure más años puede ser tan fácil como realizar un buen mantenimiento. Y existe algo muy básico, pero a la vez importante, que muchos conductores no hacen, que cuesta muy poco y con la que evitas la rotura del motor.

Existen operaciones de mantenimiento para el coche que es verdad que resultan bastante muy caras, pero también que hay otras que, por desconocimiento, muy poca gente realiza cuando su coste es realmente muy bajo y, sin embargo, pueden provocar la rotura del motor. Esto es lo que ocurre con el anticongelante, uno de los grandes olvidados en el mantenimiento del vehículo.

En la actualidad, una garrafa de anticongelante de 5 litros tiene un precio de unos 10-12 euros, incluso menos, por lo que es una operación muy asequible. ¿Cuándo hay que sustituirlo, es fácil hacerlo y qué averías puede ocasionar en el motor si no lo cambiamos a tiempo?

Rellenando anticongelante

¿Cada cuánto hay que sustituir el anticongelante?

Depende del tipo de anticongelante, del clima de la zona donde se utilice el coche y de cada coche. Lo mejor es, como siempre, consultarlo en el libro de mantenimiento del coche.

En función de eso, se recomienda hacerlo en un intervalo de tiempo que va entre os dos y los cinco años, o bien entre los 40.000 y los 80.000 km. El motivo es que el anticongelante, conforme va pasando el tiempo y debido a las temperatura que soporta, va perdiendo facultades. Por eso, y para evitar males mayores, los fabricantes recomiendan su sustitución.

Anticongelante: de qué tipos existen y cuál debes utilizar en tu coche

¿Qué averías puede ocasionar en el motor?

El líquido anticongelante es el refrigerante que utiliza el circuito de refrigeración para que el motor se mantenga en torno a 90ºC de temperatura máxima cuando está caliente. Esto, obviamente, no es sólo cosa del anticongelante, pues el circuito cuenta con un radiador, un termostato, una bomba de agua, etc. que son los que aseguran que la temperatura no sobrepase esos valores. De hecho, a priori, un motor podría utilizar agua del grifo para conseguir su objetivo.

Sin embargo, esto no es nada recomendable. Tratándose de un circuito estando que está en contacto con partes metálicas y a muy altas temperaturas, lo mejor es utilizar un líquido específico como es el anticongelante, que además va mezclado con agua destilada precisamente para evitar las posibles impurezas del agua del grifo.

Entonces, si el objetivo del líquido refrigerante es que el motor no se caliente, ¿por qué se llama anticongelante? Pues, precisamente, porque tiene que estar a muy baja temperatura para congelarse. Dependiendo del líquido, pueden ser -20ºC, -30ºC o incluso más. ¿El motivo? Pues que, si dejamos el coche aparcado de noche a muy baja temperatura, tener agua normal podría provocar que se congelase. Y eso, en un circuito cerrado y a presión, provocaría que los manguitos, el radiador o alguna otra parte del circuito reventase. Y eso, lógicamente, provocaría una grave avería.

Refrigerante

Si quieres un coche nuevo con descuento haz click aquí

Conforme el líquido va perdiendo sus características, esa eficacia ante la congelación va disminuyendo, con el riesgo que eso conlleva. Al mismo tiempo, también se degrada, y eso puede terminar por dañar partes del sistema que, en verano, puede producir fugas o averías en el termostato o en la bomba del agua. En ese caso, el riesgo de sufrir un calentón y dañar la junta de culata o, incluso, gripar el motor, es muy elevado. Y hablamos de averías que, fácilmente, pueden superar los 3.000 euros.

Por eso, también es muy importante revisar el nivel y comprobar que está siempre entre el máximo y mínimo. No es normal que el nivel descienda. Por eso, si aprecias que el nivel ha bajado, acude al taller para confirmar si existe alguna fuga o cuál es el motivo de la fuga.

¿Es fácil cambiarlo?

Sí y no, pues requiere un mínimo de conocimientos técnicos. Hay que tener en cuenta que el líquido refrigerante o anticongelante circula por un circuito cerrado, motivo por el que hay que purgarlo según se va echando para dejarlo a su nivel y sin burbujas de aire por el circuito. Por eso, y salvo que tengas conocimientos mecánicos, es mejor no arriesgar y encargárselo a un taller, que te cobrará por todo, operación y líquido incluido, unos 60 euros de media.