Probamos el Mazda CX-5 2020 en las carreteras más bonitas de Cantabria

Pablo García
Pablo García

Sin duda un lugar incomparable para probar en profundidad al SUV grande de Mazda, el CX-5 2020. Cerca de 600 kilómetros para conocer en profundidad al Mazda CX-5 2.5 SKYACTIV-G con 194 CV, tracción delantera, caja de cambios automática y acabado Signature.

Hace unos meses Mazda actualizó el CX-5. Se trata de un modelo que lleva a la venta desde 2012 y durante este tiempo ha dado resultados muy satisfactorios a la marca. En 2019 fue el modelo más vendido de Mazda en España (en 2020 su hermano pequeño Mazda CX-30 le ha superado).

Para nuestra prueba hemos elegido las bonitas carreteras de Cantabria para analizar cada una de las novedades introducidas en este nuevo Mazda CX-5 2020.

Mazda CX-5 2020 Cantabria

Lo primero que vemos cuando nos aproximamos al coche es un diseño exterior sin apenas novedades. Tan sólo los logotipos y una pintura denominada Polymetal Gray son nuevos en esta nueva actualización.

Por fuera sigue destacando su atractivo diseño con una parrilla de gran tamaños y unos faros delanteros de diseño muy rasgado. Desde el acabado básico son de led, pudiendo ser orientables en los acabados intermedios y matriciales -compuestos por 12 led por faro- en el acabado superior. Los hemos probado por este tipo de carreteras y su funcionamiento es sobresaliente. En cuanto a las medidas, mide 4,55 m de largo, 1,84 m de ancho y 1,68 m de alto.

Probamos el Mazda CX-5 2020 de gasolina más completo

La unidad que hemos probado equipa el motor 2.5 SKYACTIV-G con 194 CV. Por debajo existe un 2.0 SKYACTIV-G de 165 CV. Ambos motores disponen de un sistema que desconecta dos de los cuatro cilindros cuando circulamos sin exigir potencia al motor. Si analizamos la gama de motores diésel nos encontramos dos (150 y 184 CV) ambos procedentes de un mismo bloque 2.2 SKYACTIV-D. Según la versión, se puede elegir con cambio automático de seis relaciones y tracción total.

En cuanto a los acabados existen cuatro, Origin -sólo disponible para el motor de gasolina con 165 CV-, Evolution, Zenith y Signature.

Mazda CX-5 2020: un interior de nivel

MAzda CX-5 interiorm

Por dentro el Mazda CX-5 2020 destaca por su calidad de construcción y los materiales empleados. La postura de conducción es buena con amplio reglajes en asientos, volante y altura de cinturones. Otra de las cosas destacables es la gran ergonomía de sus mandos con un funcionamiento lógico y sencillo. Todo se encuentra muy a mano y cada uno de los botones tiene un tacto agradable. La instrumentación emplea una pantalla de 7″ en la parte central e indicadores analogicos en los extremos. Es muy legible y muestra la información de manera completa.

En lo que a la pantalla multimedia respecta, esta actualización hace que aumente la pantalla en 1″ pasando a tener 8″. Se puede manejar de manera táctil (cuando el coche está parado) o mediante un mando situado entre los dos asientos. Una mejora importante que vemos en el interior es que el Head up Display ahora se proyecta directamente en el parabrisas a partir del acabado Evolution (antes lo hacía en una lámina de metacrilato que salía del salpicadero).

Las plazas traseras destacan por su acceso, gracias al empleo de un tamaños de puerta considerable y de una apertura de casi 90 grados. Disponen de salidas de aire, dos tomas USB y en esta versión Signature de asientos calefactados.

El maletero sigue teniendo la misma capacidad. En total tiene 477 litros. Dispone de formas muy regulares con un sistema capaz de plegar los respaldos desde el propio maletero y una cortinilla enrollable que que se sujeta directamente al portón para facilitar la carga.

En marcha cumple con nota

Recorrer los escarpados puertos de Cantabria es una auténtica prueba de fuego para cualquier coche. En este caso queríamos saber cómo se comporta este Mazda que presumiblemente tiene un tacto confortable y no dispone de ningún tipo de sobrealimentación en las mecánicas de gasolina.

Cuando circulamos por carreteras en mal estado soprende el trabajo de las suspensión que copian a la perfección el terreno para no transmitir movimientos a los ocupantes. El primer punto del amortiguador consigue ese efecto. Una vez superamos esa parte y comenzamos a realizar curvas, el amortiguador es capaz de contener los movimientos de la carrocería sin apenas esfuerzo consiguiendo que la estabilización de la carrocería sea prácticamente instantánea, sin rebotes, sin inercias. Incluso cuando realizamos cambios bruscos de dirección o curvas enlazadas a alta velocidad los movimiento de la carrocería son totalmente previsibles.

Mazda CX-5 2020

Otro punto destacable es la calidad de rodadura. En esta nueva actualización, el CX-5 ha mejorado la insonorización tanto en el techo como en el suelo. Además incluye unas ventanillas delanteras con doble cristal que reducen el ruido procedente del exterior.

En cuanto al motor se muestra lleno desde bajas vueltas. Muestra una gran contundencia al acelerar y la combinación con el cambio automático mediante convertidor de par es buena.

Pese a la cilindrada, la potencia y el tipo de carretera por las que hemos circulado, el CX-5 nos ha gastado de media en tramos de puertos de 10 L/100 km. En carretera es fácil consumir de media unos 7 L/100 km. El motor se muestra muy agradable y silencioso. Eso sí, cuando superamos las 5.000 rpm se muestra algo más rumoroso.

El cambio es suave y responde bien a las órdenes del conductor. Para cambiar de marcha de manera manual podemos hacerlo mediante toques a la palanca o con las levas situadas detrás del volante.

La unidad que hemos probado tiene un precio de 40.800 euros. La gama gasolina arranca en 29.300 euros para la versión de 165 CV con acabado Origin. Con motorización diésel no existe ese acabado, arrancado directamente en el completo acabado Evolution. Con ese acabado y el motor de 150 CV, el CX-5 2020 arranca en 34.000 euros. Si quieres conocer todos los detalles del Mazda CX-5 2020 no te pierdas el vídeo que le hemos realizado.

 

Mazda CX-5