Mazda celebra el 40 aniversario del RX-7

La historia de Mazda cambió radicalmente desde que en 1978 presentara el Mazda RX-7, un deportivo de dimensiones compactas equipado con el característico motor rotativo de la compañía. Desde entonces han pasado 40 años y han llegado al mercado un total de tres generaciones, llegándose a comercializar más de 800.000 unidades de este icono japonés. Ahora, la compañía celebra su 40 aniversario junto a los miles de seguidores que este modelo tiene en todo el planeta.
Con el Mazda RX-7, la firma nipona dio respuesta a los clientes que demandaban un coche deportivo en plena crisis mundial del combustible. El aumento del precio de la gasolina propició la baja demanda de los deportivos con motor V8 que se comercializaban en Estados Unidos, Australia o Japón, sin embargo, el RX-7 era más ligero, compacto, divertido y, sobre todo, eficiente, por lo que su llegada al mercado fue acogida con los brazos abiertos por parte de miles de entusiastas. El principal ingrediente para esta receta fue el motor rotativo que, gracias a sus pequeñas dimensiones, permitía aligerar el conjunto y diseñar una carrocería más compacta con líneas muy agresivas.
De esa primera generación, denominada FB, se vendieron más de 470.000 unidades en todo el mundo. Más tarde, en 1985, llegaría la segunda entrega, conocida con las siglas FC, aunque la más exitosa fue la tercera generación -FD-, que fue lanzada en 1992 y se mantuvo en producción hasta 2002. De este último modelo llegaron muy pocas unidades a España -importadas- y actualmente su cotización es muy alta, si bien es raro encontrar alguna unidad a la venta en el mercado de ocasión y la mayoría tienen el volante a la derecha.
Trayectoria en competición
Con motivo del 40 aniversario del RX-7, Pierre Dieudonné, el piloto que ganó las 24 horas de Spa de 1981, dijo: «Esa victoria fue muy importante para Mazda. Era la primera vez que un fabricante de coches japonés ganaba esa carrera: el RX-7 no tenía la presencia de un Porsche, pero ganar en Spa le dio prestigio«. Por su parte, Win Percy, el piloto británico que ganó dos campeonatos del British Saloon Car Championship, quedó impresionado por la velocidad del Mazda RX-7: «Gané el título en 1980 y el dueño del equipo, Tom Wilkinshaw, dijo: ‘Vamos a tratar de ganar más carreras el próximo año´. Lo hicimos, derrotando a los Rovers y Capris, y volví a ganar el título. Era un coche pequeño, pero muy capaz«.