La válvula EGR, o también conocida como válvula de recirculación de los gases de escape, es un elemento que se encarga de controlar y reducir las emisiones de óxido de nitrógeno en los vehículos diésel. Su funcionamiento es el que sigue: los gases provocados por el proceso de explosión no son expulsados directamente, sino que se reconducen de nuevo a la cámara de combustión.
Sin embargo, estos gases no vuelven a intervenir en la combustión del motor diésel, sino que tienen el objetivo de reducir la temperatura interior del cilindro cuando se produce la explosión. De esta forma, al conseguir bajar la temperatura, se evita la formación excesiva del óxido de nitrógeno. Controlada electrónicamente, la válvula EGR se abre o se cierra en función de diversos parámetros del motor, la temperatura del mismo, el régimen de giro o la posición del acelerador.
De esta forma, la EGR es capaz de equilibrar la balanza entre rendimiento y la reducción de gases nocivos a la atmósfera. Por eso mismo, es esencial que este elemento esté en perfectas condiciones. Al tener la tarea de recircular los gases, es bastante común que llegue a averiarse.
Esto es lo que pasa cuando la válvula EGR está averiada
Como ya te hemos indicado, la ardua tarea de este elemento hace que sea muy propensa a obstruirse a causa de la acumulación de los residuos que dejan los gases. Más concretamente, hollín o carbón, que luego saldrá por el escape dejando una estela de humo de negro por la cola de escape. Aunque no es una avería fatal, una válvula EGR obstruida o cerrada podría aumentar el consumo o incluso pérdida de potencia.
Por el contrario, si está totalmente abierta (desactivada), sí que se van a ganar rendimiento al ser la combustión más rica, mientras que el consumo bajará ligeramente. A cambio, se aumenta el riesgo de que entren más impurezas al no haber un efecto de recirculación de gases.
En el caso de tener que pasar la ITV, la válvula EGR debe estar operativa, por lo que un mal funcionamiento se traduciría en una inspección desfavorable. A nivel de multas, no está considerada una práctica ilegal, salvo que las autoridades pertinentes consideren que se está produciendo una infracción por contaminación.
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