La llegada del BMW M4 Coupé puso el listón muy alto al resto de competidores. A la espera de la respuesta de Audi, que sigue manteniendo el RS 5 Coupé, llegó la de Lexus, con el RC F, para que acto seguido sea Mercedes-AMG quien muestre sus cartas... y de qué manera. El C 63 Coupé supera en todos los registros a sus rivales desde la versión más ´modesta´... y además añade un punto más con el C 63 S, que estira la potencia del bloque 4.0 V8 biturbo hasta los 510 CV y pone sus miras en superdeportivos de la talla del Porsche 911 Carrera S y, por qué no decirlo, en el propio Mercedes-AMG GT S.
La primera toma de contacto con el Mercedes-AMG C 63 S Coupé la tenemos en el circuito de Ascari, en Ronda (Málaga), una de las pistas más complejas del territorio nacional. Desde el primer toque al acelerador nos damos cuenta de sus ´malas intenciones´, con un sonido que impone, aunque no resulte tan excitante como el que emanaba de los escapes de la anterior versión, dotada de un motor 6.2 V8 con aspiración atmosférica. Los primeros compases transcurren a ritmo moderado, periodo en el cual nos hacemos al coche y a la pista. Una vez empieza a subir el ritmo, se mantiene la sensación de tener todo bajo control: si se conduce con finura, tanto en el acelerador como en la dirección, el C 63 S sigue el camino que le marcamos, sin que los controles electrónicos tengan que entrar en funcionamiento. En el siguiente giro activamos el modo Race, exclusivo de esta versión, que permite un mayor deslizamiento de las ruedas y activa el umbral de actuación del control de estabilidad -modo ESP Sport Handling-. Con el mismo estilo de conducción, los neumáticos del eje posterior -de 285 milímetros de anchura, 20 más que en la berlina- siguen transmitiendo la fuerza al asfalto sin grandes complicaciones; incluso si nos empeñamos en descolocarla con cambios de pesos, la trasera se muestra reticente a abandonar la trazada. En este sentido, muestra más aplomo que un BMW M4 Coupé, bastante más propenso a ponerse ´de lado´, algo que en el C 63 S lograremos a base de abrir gas antes de abandonar el viraje. En este tipo de conducción, la presencia del autoblocante trasero controlado electrónicamente -en el C 63 de 476 CV, es completamente mecánico- es fundamental, gracias a una actuación realmente rápida y sin ningún tipo de brusquedad.
Ficha técnica
LO MEJOR Y LO PEOR
+ Prestaciones, autoblocante trasero.
– Maletero, altura en las plazas traseras.
Lo último | Lo más leído |