El Mercedes-Benz GLE 2020 reemplaza al modelo homónimo lanzado a mediados de 2015, si bien este era una actualización del Clase M de 2012. En esta ocasión hablamos de un modelo completamente nuevo, tanto desde el punto de vista del diseño como en lo referente a tecnología; de hecho, en este último aspecto se posiciona como la referencia del segmento, por encima de modelos como el BMW X5, el Range Rover Velar o el Volvo XC90. El precio de precio de partida del GLE, correspondiente a la versión diésel 300 d con 245 CV, es de 67.500 euros.
Mercedes-Benz GLE 300 d: así es por fuera y por dentro
El Mercedes GLE mide 4,92 metros de longitud, lo mismo que el BMW X5; no obstante, sus formas redondeadas, al estilo del GLC, le hacen parecer más compacto y, además, contribuye a que presente el mejor coeficiente aerodinámico del segmento: desde 0,29.
El acceso al habitáculo resulta cómodo, con unas puertas de buen tamaño. Opcionalmente se puede optar por la suspensión neumática Airmatic que permite bajar la altura de la carrocería; su precio parte desde los 2.458 euros.
En el puesto de conducción llama la atención la presencia de dos pantallas de 12,3″ dispuestas en paralelo, que en el caso del GLE forman parte del equipamiento de serie. Asimismo, se beneficia de la última evolución del sistema multimedia MBUX, también de serie, que añade mejoras y nuevas funciones respecto al estrenado en el Clase A; por ejemplo, un menú específico para conducción todoterreno.
Mercedes-Benz GLE 300 d: así va
El aspecto más sobresaliente del GLE es la comodidad, tanto en lo referente a suspensión como a la insonorización del habitáculo. Es especialmente meritorio en el caso del GLE 300 d, ya que el motor diésel de cuatro cilindros no tiene un funcionamiento especialmente refinado. Sí proporciona una buena relación entre prestaciones y consumo, mejor que en la mayoría de sus rivales. De hecho, el resultado general es tan bueno puede resultar preferible al siguiente escalón dentro de la gama, el GLE 350 d, que dispone de un bloque 3.0 de seis cilindros en línea y 272 CV. Cabe destacar que entre ambos hay una diferencia de precio de 7.800 euros.
En todos los casos, la caja de cambios es automática de 9 velocidades a través de convertidor de par. Su funcionamiento es impecable, ya que en carretera pasa desapercibida -eso sí, por rapidez, la de 8 relaciones del BMW X5 es mejor- y en campo el convertidor permite contar con un perfecto control sobre el acelerador.
El principal aspecto que podría decantar la balanza hacia el 350 d es que ofrece la posibilidad de equipar una reductora -dentro del paquete Offroad, que cuesta 6.989 euros-, algo muy poco habitual en este segmento. En cualquier caso, el GLE 300 d con su configuración de serie tiene unas buenas aptitudes fuera del asfalto, especialmente si se equipa la suspensión Airmatic que permite aumentar la altura libre al suelo.
Ficha técnica del Mercedes-Benz GLE 300 d 4Matic
Motor | Diésel, biturbo, 4 cilindros, 1.950 cc |
Potencia máx. | 245 CV (180 kW) a 4.200 rpm |
Par máximo | 500 Nm entre 1.600 y 2.400 rpm |
Cambio | Automático de 9 velocidades |
Tracción | A las cuatro ruedas |
Suspensión del./tras. | Independiente multibrazo |
Dimensiones | 4.924 / 1.947 / 1.772 mm |
Peso | 2.165 kg |
Neumáticos | 235/60 R18 |
Velocidad máx. | 225 km/h |
0-100 km/h | 7,2 seg. |
Consumo combinado (WLTP) | 7,2 L/100 km |