El casco de moto es obligatorio, desde luego, pero más allá de lo que prescribe la ley resulta necesario su uso con vistas a evitar graves lesiones en caso de impacto. Es fácil asegurar que “a mí no me va a pasar nada, voy despacio” o “siempre conduzco con mucho cuidado y mil ojos…”, pero como podrás suponer suelen corresponderse más a la voluntad que a la propia realidad.
Por mucho que fijes la mirada en todo lo que sucede a tu alrededor, piensa que jamás, absolutamente nadie, está libre de sufrir cualquier percance y mucho menos asegurar que nunca puede acontecer nada negativo a su alrededor por, aparentemente, tener todo controlado.
Son teorías necias que suelen revelar el desconocimiento no solo del ámbito de la motocicleta en sí, sino también del entorno de la propia circulación en un vehículo, ya sea por vías públicas o cualquier otro terreno por el que se decida rodar. A veces, el peligro es silencioso. No avisa y precisamente por esta razón deberemos prevenir, como reza el dicho, “poniendo la tirita antes de la herida…” en el sentido más preventivo y positivo del significado en esta ocasión.
Casco de moto: uso y tipos
Solo usando prendas específicamente diseñadas para rodar en moto, seremos capaces de aplicar el máximo nivel de seguridad que nuestra salud merece. Y para ello, emplear el casco correcto para cada moto y ocasión resulta imprescindible.
Llegados a este punto, nos asaltará otra pregunta, ¿vale cualquier casco para rodar con todo tipo de motos? Por supuesto que no. De entrada, es necesaria la correspondiente homologación ECE 22/06, la más actual en este aspecto, pero más allá se tiende a banalizar el uso del casco en moto cuando, en realidad, ciertos tipos de motocicleta y su correspondiente uso van ligados a recomendaciones en cada tipo de casco disponible en nuestro mercado.
En general, podríamos establecer 5 tipos de cascos en función de sus características, a saber: abiertos, off-road, trail, integrales y abatibles. Por supuesto, dentro de cada grupo existen variantes que inciden en una mayor especialización de su uso, encontrando por ejemplo cascos abiertos con mayor o menor protección de nuestro rostro, o modelos integrales más o menos indicados para una conducción eminentemente deportiva, tal vez más sport-turismo para rodar confortable pero seguro en carretera abierta, sin tantos agobios que podrían producir un integral de procedencia deportiva…
La firma norteamericana Bell lleva décadas dedicándose en cuerpo y alma al motorista en todas las vertientes posibles, tanto dentro como fuera de carretera, con la competición como laboratorio para diseñar y desarrollar sus productos. Tomemos sus más destacados modelos como referencia para establecer los detalles de uso y la respectiva conveniencia en cada caso.
Casco abierto: Bell Custom 500
Todo usuario de motos urbanas tiende a desplazarse por la ciudad con el mayor grado de confort posible, lo que no significa de manera necesaria relajarse en las medidas de protección.
Para ello la marca americana nos propone el Bell Custom 500, apto no solo para circular en scooter, sino también a los mandos de cualquier moto café racer, custom o naked para cortos recorridos a velocidades reducidas.
Representa el paradigma del casco 3/4 clásico. Con cinco tamaños de calota diferentes, incluye Interior afelpado y acolchado envuelto por una calota de fibra de vidrio. Además, puedes aderezarlo personalizándolo con docenas de pantallas y viseras disponibles.
Casco off-road: Bell Moto-10 Spherical
¿Qué busca un piloto que rueda por campo con su moto? La máxima ligereza y el confort necesario para soportar el calor que provoca una actividad tan intensa como la conducción off-road, donde los sobresaltos y lo cambiante del terreno exige máxima concentración y un estado de forma adecuado del propio piloto.
Con vistas a satisfacer a los más exigentes en este terreno, el Bell Moto-10 ofrece una protección reforzada unida a la necesaria reducción de peso del conjunto, así como máxima circulación del aire precisamente para sobrellevar mejor el esfuerzo físico que requiere la actividad. De este modo, un sistema especialmente diseñado para evacuar el aire caliente del interior y refrescarlo con el recibido por el exterior, establece las diferencias de un casco premium respecto a otros menos dotados y más económicos.
La carcasa de carbono segmentada 3K pone el broche de oro a un casco que denota años de experiencia en el off-road, tal y como se le conoce en gran medida a Bell en los mercados de todo el planeta.
Casco trail: Bell MX-9 Adventure MIPS
Rodar con una moto trail es, en ocasiones y por sus características, sinónimo de aventura allá donde nos lleve el camino. Esto implica hacerlo con un casco que rinda como se espera de una conducción tanto asfáltica como por tierra, con los inconvenientes que esto conlleva en cuanto a compatibilidad de uso y diferencias de rendimiento o exigencia.
Para aunar lo mejor del campo y la carretera, lo adecuado es hacerse con los servicios de un casco de tipo trail como el Bell MX-9 Adventure MIPS. Basado en el MX-9 off-road, dispone de una pantalla compatible con el uso de gafas específicas para campo, ya que al subirla encontramos espacio suficiente para ajustarlas.
Pero además, este Bell “on-off” está perfectamente preparado incluso para uso urbano, ya que la visera puede desmontarse para ofrecer mayor confort en el día a día. La tecnología MIPS de gestión de absorción de la energía en la calota, el sistema de ventilación Velocity Flow y el resto de prestaciones hacen del MX-9 Adventure un casco perfectamente versátil, justo lo que necesita el piloto que adquiere su moto trail para dejarse llevar por lo que le depare la ruta hasta llegar a su destino.
Casco integral deportivo: Bell Race Star Flex DLX
A velocidades muy elevadas, las que pueden alcanzarse en cualquier circuito de velocidad, el piloto necesita la precisión necesaria para encontrar el punto de frenada y trazada óptimos; todo ello en condiciones de máximo riesgo y en el mínimo tiempo posible.
Cualquier casco no es válido para alcanzar dichas prestaciones. Por ello, Bell ha desarrollado su integral de uso exclusivamente deportivo que, contrariamente a lo que pudiera pensarse, también es capaz de aportar el confort necesario para ser empleado en carretera abierta sin echar en falta bastante más que el mínimo confort adecuado y exigible.
Fabricado en calota de fibra de carbono 3K, la ligereza del Bell Race Star Flex DLX no solo se nota cuando lo llevas de la mano camino de la moto, sino que una vez enfundado la libertad de movimientos y el mínimo peso soportado por el cuello facilita una conducción precisa y segura. En este caso, la exigencia de un forro antibacteriano que absorba la humedad producida en su interior es necesario para no entorpecer las prestaciones durante la conducción. Este Bell ofrece un acolchado de desarrollo propio y patentado Flex, así como las almohadillas Magnefusion para garantizar el necesario ajuste “fino” sin perder un ápice en confort, más todavía si va a ser utilizado a diario.
Y por supuesto, la refrigeración no es menos importante en todo ello, debiendo asegurar un flujo de aire óptimo en plena marcha, lo que consigue con su sistema patentado de ventilación Velocity Flow, donde tanto la entrada como la salida de aire quedan garantizadas.
Casco integral sport-turismo: Bell Eliminator
El auge de las motos tipo retro, roadster naked, compatible en su uso con cualquier otra sport-turismo, carenada o semicarenada, desemboca en un uso de la moto multifuncional en el que seguridad, confort interior y diseño son claves en la elección del casco.
Un claro representante de esta corriente lo encontramos en el Bell Eliminator, donde la combinación indicada alcanza altos niveles de satisfacción para los usuarios que buscan una fuerte personalidad en su integral. Entre sus puntos fuertes destaca la ligereza proveniente de una cuidada calota de compuesto en fibra de vidrio, que se puede combinar con pantalla o visera antivaho. El interior dispone de las mismas cualidades que el deportivo, es decir, perfecto para evitar los efectos nocivos que pueda producir la humedad, ventilación incluida.
La fijación magnética del extremo de la correa de ajuste por doble anilla es adictiva: una vez la pruebas, lo echarás de menos en otro casco que no lo incluya. Además, el interior viene preparado para instalar un equipo de intercomunicación para estar conectado al teléfono, hablar con el pasajero o incluso con otros compañeros de salida.
Casco abatible
El casco abatible suele ser la fórmula elegida por muchos usuarios que se sienten agobiados por el mentón de un casco integral estándar. Sin embargo, y aunque existen modelos modulares homologados para su uso abierto en plena marcha, no suele ser lo más indicado en aras de obtener la máxima seguridad.
Disponibles generalmente con un sistema de cierre micrométrico, no superan en eficacia y solidez, sí en comodidad de uso, al más estandarizado por doble anilla; si los pilotos de MotoGP usan este último tipo de ajuste y cierre, por algo será… El Bell Broozer, con mentonera extraíble para usarlo como integral (cerrado) o jet (abierto), cuenta con homologación P/J, siendo en su caso más modular que abatible en su doble concepto.
¿Qué debes vigilar en este caso? Que su peso no sea excesivo, ya que tiende a serlo al sumar el efecto de las piezas que lo componen; además, si eres de los que les gusta rodar sin gafas de sol para emplear unas escamoteables incluidas en el casco, comprueba si el accionamiento es sencillo y silencioso, aportando una visión limpia y clara a través de ellas. Los modelos más baratos pecan de básicos en este y otros detalles críticos, por lo que deberás poner especial atención si buscas un producto fiable en todos los sentidos.
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