Ramón Ledesma, subdirector de Ordenación Normativa de la DGT de 2005 a 2012, nos da su visión de la nueva movilidad.
Los últimos 50 años han sido especialmente intensos en la ordenación de nuestras ciudades, para bien o para mal. En el ámbito del comercio, y salvo contadas excepciones, diseñamos un sistema de grandes centros comerciales y parkings donde el comportamiento consistía, básicamente, en ir abandonando el barrio y en acudir en vehículo privado a obtener las diferentes mercancías y objetos. En estos centros, además, se generaba un entorno de confort que fomentaba su asistencia y estancia: bares, restaurantes, cines o centros infantiles de juego cerraban el círculo.
Sin embargo, y como con cualquier acción humana, la hemos modificado: hoy día, la persona deja de buscar la mercancía en el centro comercial y es la mercancía la que sale del comercio y busca a la persona. Dos son esencialmente los motivos de esta metamorfosis:
De un modo lento pero constante, las decisiones públicas van orientándose a recuperar 'el barrio'; a estar en las calles más que a pasar por ellas. Un ejemplo cada vez más habitual: de los 12 metros de ancho de una calle, antaño sólo 3 m eran aceras para los peatones. Ahora, la situación es inversa: únicamente 3 metros se dedican a la circulación esporádica y puntual de vehículos.
Lo que hace 10 años resultaba impensable -el e-commerce en nuestro móvil- es ahora el centro de la batalla empresarial. Grandes y pequeñas empresas luchan por situar sus productos en el entorno de los ciudadanos a través de sus smartphones, y el 'click' de compra sustituye progresivamente al 'éste' de la estantería del supermercado.
Este cambio es lo suficientemente complejo como para involucrar en él a todos los actores implicados, ya sean públicos o privados. Y en este camino se antoja cada vez más necesaria una acción estratégica a nivel nacional que, entre otros, debe incluir dos elementos:
PONS Seguridad Vial reivindica hace años la creación de una Secretaría de Estado de Movilidad, que lidere el cambio y estrategia en los modelos urbanos de las ciudades. Hace falta una institución estatal que escuche, discuta, ordene y presente las líneas futuras que marcarán las decisiones de la movilidad urbana.
Tampoco existe un mínimo decálogo de intenciones, principios o siquiera deseos sobre lo que debería ser la movilidad de nuestro país en los próximos 20 años. Los diferentes actores públicos y privados no cuentan con un Plan de consulta sobre el que puedan respaldar sus decisiones institucionales o futuras inversiones.
Ambos elementos se antojan, en este momento, especialmente necesarios. No contar con ellos implicará que cada actor entenderá y llevará a cabo su modelo 'personal' de movilidad€ en un entorno donde el uso colectivo del espacio público debe ser, por el contrario, cada vez mayor.
Ledesma, como subdirector de Ordenación Normativa de la DGT de 2005 a 2012, ayudó a desarrollar el carnet por puntos. Desde entonces, este licenciado en Derecho ha seguido ligado al Tráfico y a la movilidad.
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