1.- Peugeot 205 Turbo 16
Las cifras de prestaciones oficiales eran modestas: tardaba 6,0 segundos en pasar de 0 a 100 km/h, y los 210 km/h de velocidad máxima eran sólo cinco más que los que alcanzaba el 205 1.9 GTI, pero su comportamiento era mejor que el de cualquier otro Peugeot –e, incluso, cualquier otro modelo de su clase–. Su conducción resultaba muy fluida, ofrecía muchísimo agarre y, una vez que se superaban las 3.000 rpm, la respuesta de este motor turbo era más que suficiente para poner al límite al chasis del T16.