Desde que fuese lanzado en 2008, el Audi Q5 siempre ha sido uno de los SUV de tamaño medio más deseados del mercado. Y no sólo en el mercado europeo, pues en el norteamericano y en el asiático también tiene una fuerte presencia. La actual generación es la segunda y, dado que fue lanzada en 2017, no está a la última en algunos aspectos, si bien sigue siendo un cochazo con todas las letras.
Así es el Audi Q5 de la oferta
Su actual gama cuenta con motorizaciones diésel, gasolina e híbridas enchufables entre 163 y 367 CV de potencia. Con la básica, que está conformada por un bloque diésel 2.0 TDI de 163 CV asociado a un sistema de hibridación ligera a 12V (lo cual le aporta la etiqueta ECO) y a una transmisión automática S-Tronic de doble embrague y siete velocidades, el Q5 ya es un coche que nos atreveríamos a considerar por encima de lo recomendable.
Esa mecánica de gasóleo le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 9,0 segundos y homologa un gasto de combustible de 5,6 L/100 km que, en la práctica, resulta en torno a un 20% superior, no mucho más. Para un uso polivalente, esta versión conforma una configuración muy apropiada. El coche en sí, por cierto, mide 4,68 metros de largo y disfruta de un maletero de 520 litros de capacidad.
Así es la oferta del Audi Q5
El vehículo, en su versión 35 TDI con acabado Advanced, tiene un precio de 54.260 euros. La fórmula de adquisición que proponemos hoy está integrada en el programa Easy Renting de Audi Financial Services, por lo que hablamos de un alquiler a largo plazo.
Las cifras no tienen mucha vuelta de hoja: el contrato estipula el pago de una entrada de 9.947 euros más 48 mensualidades de 600 euros. En ese periodo de cuatro años no se pueden superar los 40.000 km de recorrido total.
A la culminación del contrato, el usuario habrá terminado pagando 38.747 euros por el uso y disfrute del vehículo y por la cobertura de todos los gastos asociados (seguro, mantenimiento, impuestos, etc.). Teniendo en cuenta el precio del automóvil en compra tradicional, es una cantidad que no está nada mal, al menos en comparación con lo que ofrecen la mayoría de marcas que pueden ser consideradas competencia directa.