La iniciativa «Ko-HAF» ayuda a Opel con la conducción autónoma
De esta forma se busca que el viajero se centre en otros aspectos más importantes sin que el automóvil necesite de su control, aunque aún quedan por pulir detalles importantes como la digitalización de los mapas con un nivel óptimo de detalle y la devolución del control de la conducción al conductor por parte del vehículo. Los ingenieros calculan que se necesitan unos diez segundos para volver a tomar las riendas, por lo que el coche deberá tener la capacidad de evaluar las condiciones del tráfico en ese espacio temporal.
Además, las investigaciones se centran también en los datos que el automóvil pueda necesitar aparte de los que recoja con sus sensores. Para ello, «Ko-HAF» permite la comunicación entre esos sensores y el servidor de seguridad, que será alertado de la presencia de objetos en la vía o de la existencia y calidad de las líneas.
Asimismo, las reacciones del conductor se están estudiando mediante un software y un sistema de sensores, que definen sus acciones cuando el coche se conduce de forma autónoma y predice cómo actuará el conductor una vez retome el control. Por último, Opel está trabajando en un proceso de autolocalización para el vehículo a través del diseño de algoritmos de localización y cartografía que serán complementados con información futura, sensores de movimiento y un sistema de navegación por satélite.