Así es Luca de Meo, presidente de SEAT

Es el máximo representante del Grupo VW en España y el actual presidente de Seat, marca a la que ha conseguido reflotar. Cuenta con más de 25 años de experiencia en el sector del automóvil, donde también ha trabajado en Renault, Toyota y el Grupo Fiat
Es, sin duda, el hombre más poderoso de la industria automotriz española. Además de presidir Seat, este italiano nacido hace 52 años en Milán, también es el máximo representante en nuestro país del gigante alemán Volkswagen. Por si fuera poco, preside el Consejo de Administración del Seat Metropolis:Lab Barcelona –centro que investiga y desarrolla nuevas soluciones de movilidad urbana–, es miembro de los Consejos de Supervisión de Ducati y Lamborghini, y presidente del Consejo del Grupo Volkswagen en Italia.
Entre sus méritos destacan hitos como el haber sido nombrado «commendatore» por la Orden al Mérito de la República Italiana –una de las más altas distinciones del país transalpino– o que la Universidad de Harvard, en EE.UU., le pusiera como ejemplo y le dedicara un ‘case study’ –caso de éxito– en el año 2013, por su trabajo en el Grupo Volkswagen como director de Marketing.
Pero, pese a su impresionante carta de presentación y al extraordinario poder que acumula, quienes le conocen bien aseguran que, además de un trabajador incansable, es una persona que siempre se muestra muy cercana a su equipo.
Se graduó en Administración de Empresas por la Universitá Comerciale Luigi Bocconi de Milán y, desde muy pronto, mostró una gran preocupación por todo aquello que rodea la ética de la empresa: de hecho, su tesis de final de carrera estaba centrada en ese asunto y fue la primera en tratar sobre dicho tema en Italia. «Para mí, una buena empresa es la que genera beneficios, pero una empresa excelente es la que genera beneficios y, sobre todo, prosperidad y progreso en su entorno», afirma.
De Meo comenzó su carrera profesional en 1992 como responsable de marketing y ventas de Renault en Italia, para ser trasladado posteriormente a la sede central de la compañía en Francia, donde se encargó de todo lo relativo a la Gestión del Producto. En 1997, dio el salto a Toyota Motor Europe, ocupándose del marketing de Lexus para, más tarde –en el año 2000–, convertirse en director general de Planificación de Producto de la compañía nipona.
Poco después, en 2002, regresó a casa al recalar en el Grupo Fiat, donde ocupó diferentes cargos tanto en el campo de las ventas como en el del marketing: así, De Meo fue nombrado en un primero momento responsable de la comercialización de la marca Lancia, y en 2003 ascendió a vicepresidente del mítico fabricante italiano.
En 2004, asumió el cargo de consejero delegado de Fiat Automóviles mientras que, en 2007, fue nombrado miembro de la Junta de Dirección del Grupo, asumiendo la responsabilidad de marketing. Además, también ocupó el cargo de director general de la marca Alfa Romeo. Durante esta etapa sus mayores logros fueron relanzar el Fiat 500 y desempolvar la marca Abarth, en la que fue responsable de las operaciones de negocio.
Con un prestigio en imparable crecimiento, en el año 2009 le llegó la gran oportunidad de su vida. Se incorporó al Grupo Volkswagen –propietaria a nivel mundial de las marcas Audi, Bentley, Bugatti, Ducati, Lamborghini, Porsche, Seat o VW, así como de los fabricantes de camiones Scania y MAN– como jefe de marketing de la marca Volkswagen. Un año después fue designado también como responsable de Marketing de todo el Grupo. Y, el 1 de septiembre de 2012, se convirtió en miembro de la Junta de Dirección de Audi como responsable de ventas y marketing del fabricante alemán, aumentando espectacularmente las ventas de la marca de los cuatro aros.
El estallido del caso «Volkswagengate», en septiembre del año 2015, obligó a mover fichas en el grupo alemán. Así, a finales de ese mismo mes, el español Francisco Javier García Sanz, vicepresidente mundial de la multinacional –y a quien tres años más tarde De Meo sustituyó como máximo responsable del Consejo de Administración de VW en España–, le eligió personalmente para encargarle una delicada misión: hacerse cargo de Seat –que formaba parte del grupo alemán desde el año 1986–, la marca más débil del consorcio, con el objetivo no sólo de afianzar la enseña española dentro del Grupo Volkswagen y en los mercados internacionales, sino, lo más difícil, hacerla rentable. Para ello, puso a su disposición un total de 3.300 millones de euros para invertir en lo que considerara necesario.
Y De Meo no ha decepcionado. Su labor en Seat está siendo unánimemente elogiada. No sólo logró reflotar de forma meteórica la marca española, que en 2016 abandonó los números rojos por primera vez en muchos años para empezar a dar beneficios, sino que los datos no han hecho más que mejorar con el paso del tiempo. Precisamente, el fabricante español cerró 2018 como el mejor año de su ya larga historia –que se remonta a 1950– y batiendo todos sus récords: el pasado curso, Seat vendió más de 517.000 unidades en todo el mundo –un 10,5% más que en 2017–. Además, su beneficio después de impuestos creció hasta los 294 millones de euros –un 4,6% más que un año antes– y su volumen de negocio alcanzó los 9.991 millones de euros –un 4,6% más que en 2017–.
En total, en los últimos cinco años, su facturación ha crecido un 33% y, actualmente, es la principal empresa industrial exportadora de nuestro país, con alrededor de un 3% sobre la cifra total. Y, todo ello, fomentando el empleo: desde noviembre de 2015, Seat ha contratado a más de 1.500 personas. Con estos excelentes resultados De Meo ha logrado que el rol de la marca española dentro del Grupo VW aumente notablemente.
Por todo ello, en 2017 Automotive New Europe –líder en información sobre la industria global del automóvil– eligió a De Meo el mejor CEO del año en la categoría de Marca de Coches –reconocimiento que ya había recibido en 2007, cuando trabajaba en Fiat, mientras que en 2014 había sido distinguido en la categoría de Ejecutivo de Marketing y Ventas–. Ese mismo año fue nombrado también ‘Alumno del Año de Bocconi’, reconocimiento que la universidad le otorgaba «por representar valores como la profesionalidad, la iniciativa, la integridad, la responsabilidad y la apertura al pluralismo».
De Meo habla cinco idiomas con fluidez –italiano, inglés, francés, alemán y español, aunque ya también habla algo de catalán– y afirma que quiere estudiar chino, probablemente porque la marca se prepara para dar el salto a un mercado en el que se jugará la guerra por el futuro del automóvil –el Grupo VW se ha aliado con la compañía local JAC–. También se declara un enamorado de la ciudad Condal –en noviembre de 2018 recogió el premio Barcelona Award, otorgado por el Club de Marketing Barcelona, que reconoce su contribución en el posicionamiento internacional de la marca Barcelona–: «Seat es una marca nacida en esta ciudad y estoy orgulloso de que hayamos vuelto a reconectar con ella. Barcelona nos inspira y nos conecta con uno de los ecosistemas más emprendedores del mundo», afirmaba recientemente.
Pero, ¿cómo ha logrado este milanés situar a Seat como una de las marcas con mayor crecimiento en Europa? Para empezar, salió decididamente al ataque, con un comienzo fulgurante. Durante sus primeros 18 meses al mando, el fabricante español lanzó cuatro modelos al mercado: el Ateca –primer todocamino comercializado por la marca–, el Arona, el nuevo Ibiza y el gran rediseño del León. Además, el pasado año también se atrevió a lanzar Cupra como marca independiente de Seat, dedicada a la gama más deportiva.
Sólido liderazgo de VW en EspañaAl revés que cuando tomó las riendas de Seat, la situación que ha heredado de Meo en el Grupo VW es mucho más positiva. Su liderazgo en España –donde distribuye las marcas Volkswagen, Audi, Skoda y Volkswagen Vehículos Comerciales– es muy sólido y alcanza cifras de récord: en 2018 matriculó un total de 297.278 automóviles, lo que supone un crecimiento del 11,7% con respecto al año anterior, su facturación también se elevó hasta los 18.465 millones de euros –un 6,2% más que en 2017–, con una cifra de negocio que supone al 1,5% del PIB español, donde da empleo de forma directa a más de 24.500 personas –a los que habría que añadir otros 182.000 trabajos indirectos– con una plantilla que no para de crecer, y que ha creado 3.200 nuevos empleos en los últimos cinco años. |
Y el objetivo para los próximos años no es menos ambicioso. De Meo pretende incrementar la globalización de la compañía. Para ello, está desarrollando una estrategia de crecimiento tanto en el norte de África –Seat lidera el proyecto del Grupo VW de ensamblaje de vehículos en Argelia–, como en Latinoamérica, donde prevé iniciar la actividad en Chile en el segundo semestre de 2019, así como reforzar su presencia en Colombia.
En reconocimiento a su excelente trabajo, en diciembre del pasado año De Meo fue nombrado presidente del Consejo de Administración de Volkswagen en España, lo que implicar convertirse en el máximo representante del Grupo en nuestro país. El propio presidente a nivel mundial, el todopoderoso Herbert Diess, le mostró explícitamente todo su apoyo y confianza: «Con él como presidente, Seat es hoy una marca más fuerte, con un porfolio de producto más amplio, unas ventas que crecen a un ritmo más rápido que el de cualquier otra marca en Europa y con unos resultados financieros muy positivos».
Apuesta por los electrificadosEl italiano tiene clara la apuesta estratégica por los vehículos limpios: de aquí a 2021 Seat lanzará seis modelos eléctricos e híbridos enchufables. Para empezar, en los próximos meses aparecerá la versión eléctrica del Mii y el-Born que serán los dos primeros modelos 100% eléctricos de la marca, mientras que la nueva generación del León –que saldrá a la venta a finales de 2019– y el Tarraco contarán con una versión híbrida enchufable, así como el Cupra León y el Cupra Formentor. Asimismo, Seat ha anunciado que desarrollará una nueva plataforma eléctrica en colaboración con el Grupo VW sobre la que se fabricarán diferentes vehículos urbanos por debajo de los 20.000 e: «será la base para crear coches eléctricos al alcance de un público más amplio. Vamos a contribuir a democratizar la movilidad sostenible». |
En cuanto al futuro de la movilidad, De Meo se atreve con dos vaticinios. Por un lado, cree que en las ciudades habrá cada vez menos coches privados y más flotas de vehículos compartidos en constante movimiento –tal vez por eso haya promovido la adquisición de la empresa de carsharing Respiro–: «Serán miles de coches que, además, se moverán solos de una zona a otra para atender la demanda».
Por otro, piensa que quienes residan en grandes urbes se desplazarán de forma masiva mediante coches eléctricos, ya que serán trayectos cortos que no requerirán de gran autonomía y, «posiblemente», utilizando unos vehículos autónomos específicamente diseñados para este propósito y que podrán sustituir fácilmente sus baterías mediante una furgoneta que podrá cambiar la de diez vehículos a la vez, situación que considera que no está muy lejana. ¿Tendrá de nuevo razón? Pronto lo comprobaremos.
Así ve Luca de Meo el futuro del automóvil
Aumento de precios:
«No puedes pensar que una industria se reconvierta con nueva tecnología y los precios permanezcan estables»
La «cuarta revolución industrial»:
«Ya no será la industria del automóvil la que cambie la sociedad, sino la propia sociedad la que obligue a cambiar la industria y a que las compañías se reconviertan y pasen de ser meros fabricantes de coches a proveedores de movilidad»
Un coche autónomo:
«Cuando la tecnología y la legislación estén listas, el coche autónomo tendrá el potencial de reducir el coste de transporte por carretera en un 90%»
Y totalmente conectado:
«La integración del vehículo con el Internet de las cosas nos dará oportunidades potenciales de negocio. Permitirá la conectividad total y, por tanto, conectarlo con todo: el móvil, las infraestructuras, los comercios…»
Cero accidentes:
«El coche conectado y autónomo hará que la conducción sea diez veces más segura, eliminando el factor humano de la ecuación, que, hoy en día, es el responsable de más del 90% de los accidentes de tráfico»